Claudia Rivas es abogada, desde hace más de cuatro años colabora en un tribunal de San Salvador, siempre de manera gratuita, y pese a que tiene sus títulos que la acreditan como abogada y la experiencia requerida no tiene ninguna esperanza de obtener una plaza dentro del Órgano Judicial.
«Desde el 2016, después de terminar mis prácticas Jurídicas inicie mi tiempo como meritoria. Me ha implicado gastos de transporte, en mi caso los pasajes y la comida. Las contrataciones dentro del Órgano judicial, la mayoría son favores, favores entre jueces con jueces, y de los mismos sindicalistas; no es que la persona esté bien preparada, sino que es el que le lleve café, la cartera, etcétera, al juez o la jueza», dice Rivas.
La nefasta práctica anterior se eliminará con las reformas a la ley del Órgano Judicial aprobadas por los diputados el pasado 1 de septiembre y que ya son ley al ser publicadas en el Diario Oficial este semana.
El asesor jurídico de la Presidencia, Javier Argueta afirma que actualmente no se le da la oportunidad a muchos abogados que quieren entrar a la judicatura porque de alguna manera estaba petrificado para un grupo de jueces que se movieran, «por ejemplo, los estudiantes de derecho que van a meritorio, gastan pasaje, almuerzo, van a ayudarle a los tribunales de forma gratuita para que luego de que pase un tiempo los contraten, pero nunca pasa, porque el juez A le llama al juez B para que contrate a su hija, pero el juez B queda con el compromiso», detalló Argueta.
«Hay gente que ha pasado más de tres años así y nunca le dieron plaza. Me he dado cuenta de muchos casos sobre esa injusticia; entra una persona y que al menos fuera capaz, pero no, entra una persona por recomendación de entre ellos (jueces) y eso interviene de manera negativa en la justicia que le administra, cuando el muchacho que estaba antes tenía ya un mínimo de experiencia, eso ayuda que los jóvenes con muchísimo estudio, vayan ingresando a la judicatura», dice Argueta.
Lo anterior coincide con Rivas quien asegura que ella y otros seis jóvenes fueron víctimas de esta «injusticia. Siempre con lo que le salen a uno es que lo que gana uno es la experiencia».
«En el tribunal donde hice mis prácticas, y a la vez me quedé meritoriando, hablé con el secretario y lo único que me dijo es que el juez era quien decidía como se hacía las cosas. En ese tiempo dieron dos plazas y fue bien injusto porque éramos siete los jóvenes los que estábamos tanto meritorios y pues no pusieron en concurso las plazas. En el otro tribunal que estuve el juez me dijo que, aunque supieran ellos del potencial de las personas ellos debían favores y que eso les impedía dar las plazas», explicó Rivas.
Las reformas de ley plantean regular los ingresos, traslados y la cesación de los jueces y magistrados de Cámaras del Órgano Judicial. Además, se menciona que los ascensos serán con base en «méritos y actitud», y se garantizará la estabilidad laboral.
Los diputados avalaron una disposición transitoria que faculta a la Corte Suprema de Justicia (CSJ) a armonizar el tema salarial, llenar las vacantes y dar cumplimiento a la reforma.
Argueta asegura que «no vale lo mismo el magistrado de Cámara que está en San Salvador que el magistrado de Cámara que está en San Miguel. En tanto el magistrado es de primera categoría tu no lo puedes cambiar si no es en San Salvador, tú no puedes darle paso a otro magistrado que, por ejemplo, tenga dos maestrías».
«Con la nueva reforma, todos los magistrados van a tener igualdad de condiciones porque son jueces, eso implica un aumento salarial, que todos los magistrados de segunda categoría suben en salario, suben en categoría y pueden tener la oportunidad a optar, a partir de exámenes, a San Salvador», explicó el secretario jurídico.