La altamente contagiosa variante se ha propagado por los países a velocidad de vértigo, forzando a los gobiernos a reimponer estrictas medidas y a acelerar los programas de vacunación.
Europa está en el epicentro de este alarmante repunte. La Organización Mundial de la Salud alertó el martes que la mitad de la población del continente podía verse afectada.
«A este ritmo, el Instituto de Métricas y Evaluación de la Salud (IHME) de la Universidad de Washington prevé que más del 50% de la población de la región se habrá contagiado con la variante ómicron en las seis u ocho semanas venideras», dijo el director de la región Europa de la OMS, Hans Kluge.
La delimitación de la región Europa de la OMS incluye 53 países y territorios, incluidos algunos de Asia Central. De ellos, 50 tenían casos de covid.
Para Kluge, esta transmisión del virus «sin precedentes» se traduce en un aumento de los ingresos en el hospital pero no en un incremento de la mortalidad. La nueva ola «es un desafío para los sistemas sanitarios», alertó.
La advertencia se produce justo dos años después de que un hombre de 61 años de la ciudad china de Wuhan se convirtiera en la primera persona fallecida por esta enfermedad, nombrada posteriormente bautizada covid-19.
Desde ese 11 de enero de 2020, el balance ha crecido hasta casi 5,5 millones de personas en todo el mundo según los datos oficiales, notablemente inferiores a la realidad.