Katari Suramérica está conformado por Rafael Chacón y Nahúm Elías Paredes. Son originarios de Ilopango y juntos tienen cinco años de carrera como dueto. Cada uno cuenta con una sólida trayectoria en la música andina. Ambos comenzaron entre los 13 y 14 años, y luego formaron parte de sus propias agrupaciones Yeztly (que significa «sangre nueva») y Tecuauhtli («águilas de fuego»).
«Acá en El Salvador casi que nos conocemos todos los artistas de este género. Cada uno tenía su propio grupo, pero cuando estos se desintegraron el género prácticamente nos unió», comenta Nahúm Elías Paredes.
Katari Suramérica es un grupo que permanece muy activo en las redes sociales. Es frecuente que en su cuenta de Facebook hagan presentaciones en vivo, y su sonido es tan prolijo que afirman que muchos los han cuestionado si es «playback», hasta que se dan cuenta de que no es así.
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Además, si bien es cierto que la música andina los ha catapultado en los espectáculos, están dispuestos a tocar otros géneros para complacer al público. Por eso en sus en vivos usan el eslogan de «Música latinoamericana y mucho más».
«La música andina es el fuerte de nosotros, pero también tocamos, por ejemplo, rancheras, siempre con los instrumentos de nosotros, suramericanos. Nosotros tenemos un repertorio bastante amplio donde tenemos música de Los Beatles, Carlos Santana, Luis Fonsi, Abba. Nos expandimos porque vimos la necesidad de que a los lugares que llegábamos la gente las pedía», agrega Rafael Chacón.
Algunos de los temas que ellos interpretan con sus instrumentos de viento y percusión son las populares «El cóndor pasa», «El torito pinto», «Moliendo café», «El pájaro chogüí» y «Colors of the Rainbow».
CONSTRUYENDO SUS PROPIOS SUEÑOS
El buen recibimiento por parte del público los ha animado a construir su propio estudio de grabación (Katari Records) y a crear sus propias versiones con temas como «El carbonero».
«Tenemos temas que ya hemos grabado nosotros y estamos próximos a lanzar nuestro primer disco como Katari Suramérica. Nahúm trabaja toda la parte de la producción de música y yo, toda la producción de imagen. Nos hemos entendido bastante bien», dice Rafael Chacón.
Sobre quiénes han sido sus referentes en la música andina, comentan que ambos admiraban mucho el trabajo de Yulutecan.
«Ellos nacen en El Salvador en 1994, pero salieron artísticamente conocidos en 1995, cuando lanzaron su primer “casette”. Tuve el honor de que el fundador de Yulutecan me enseñó a tocar los ritmos en el charango. Marco Antonio, Tono, fue pionero en el género en el país», explica Nahúm.
Después de la pandemia, hay Katari para largo, aseguran Rafael y Nahúm, quienes planean seguir de lleno con todos sus proyectos, sobre todo ofrecérselos a la audiencia para que conozca esta música o deleitar a quienes ya la conocen.
«Vamos a darle a este proyecto hasta donde Dios nos permita y queremos dar lo mejor de nosotros para que la gente en el país conozca nuestro trabajo. Lastimosamente, en el país, cuando se habla de la música andina, piensan en un tema de protesta, pero no es así», aclara Chacón.