La niña de 12 años cuyo asesinato conmocionó a Francia y provocó una fuerte controversia política fue enterrada este lunes, el mismo día en que una mujer argelina con trastornos mentales en situación irregular fue acusada formalmente de homicidio.
La brutal agresión y asesinato de la niña Lola fueron calificados como un acto de «maldad extrema» por el presidente francés Emmanuel Macron, después de que su cuerpo fuese encontrado a principios del mes en un maletero en París.
El asesinato generó críticas por parte de los conservadores y la extrema derecha que acusaron al gobierno de no hacer lo suficiente para impedir la inmigración ilegal.
La familia pidió que se dejasen a un lado las disputas para que la niña pudiese ser enterrada con «respeto y dignidad» en Lillers, en su región natal (norte).
Sus padres, hermanos y familiares estuvieron presentes junto con una gran multitud cuando su ataúd blanco, adornado con flores blancas, fue llevado a la iglesia local, donde solo cabían 500 personas. Muchas más siguieron desde fuera con altavoces la ceremonia.
«Mi Lola, mi hermanita adorada, espero que me escuches desde ahí arriba. Desgraciadamente te fuiste demasiado pronto. No pude decirte cuánto te quería», dijo uno de sus hermanos, Thibault, llorando delante del micrófono.
El funeral fue público, pero la familia pidió que el entierro en el cementerio fuese privado. El ministro de Interior, Gerald Darmanin, estaba presente en la iglesia.
El perfil de la sospechosa, acusada este lunes de violación y homicidio, causó revuelo entre la derecha. La mujer argelina de 24 años, que presentaba problemas mentales, tenía la visa caducada y recibió una notificación para abandonar el país en agosto.
El presidente del partido de derechas Los Republicanos (LR), Éric Ciotti, denunció un «laxismo migratorio criminal», y el ultraderechista Éric Zemmour utilizó el término «francocidio» para describir el asesinato.
Los padres de Lola, que se reunieron con Macron la semana pasada, pidieron el viernes que se dejara de utilizar «el nombre y la imagen de su hija con fines políticos».