Consuelo Suncín-Sandoval Zeceña, la musa que inspiró al conde Antoine de Saint-Exupéry para escribir «El Principito», recibirá un grandioso homenaje en uno de los históricos barrios de Francia.
La salvadoreña tendrá un museo propio en una de las alas del castillo de Ormesson, ubicado en el Valle del Marne, donde también una de las calles recibirá el nombre de la compatriota.
Se ha programado una semana cultural para honrar a la condesa, como llaman de forma cariñosa a Suncín sus descendientes en El Salvador.
El lunes 21 de junio, en horas de la mañana, se ha programado la ceremonia principal de los actos alusivos a la salvadoreña nacida en 1901 en Armenia, Sonsonate.
Ese día será la inauguración de la calle, donde se espera la presencia de miembros de la nobleza y autoridades civiles de Francia, así como dignatarios del Gobierno de El Salvador.
El presidente de la república, Nayib Bukele, ha recibido una invitación directa para asistir a los actos, al igual que algunos miembros de su gabinete, como la canciller de la república, Alexandra Hill.
«Este es un logro de todos los salvadoreños porque se pone en primer plano el nombre de El Salvador a escala mundial», expresa emocionado Érick Martínez, esposo de la escritora Abigaíl Suncín, sobrina nieta de Suncín, una de las involucradas directas en el homenaje para la condesa.
Abigaíl es la presidenta honoraria de la fundación Le Pilote et La Rose (El Piloto y La Rosa), creada a iniciativa de funcionarios franceses como parte de los preparativos para el homenaje a la condesa salvadoreña.
La génesis
En 2019 se cumplieron 75 años de la muerte del conde Antoine de SaintExupéry. Un año antes (2018), el presidente de la Asociación Histórica Le Demuere, Jean Marie Gerville, propuso a la alcaldesa del distrito de Omersson, Marie-Christine Segui, reconocer la enorme influencia de Consuelo Suncín en la obra de SaintExupéry, específicamente en «El Principito».
La iniciativa es bien recibida y apoyada con determinación. «La alcaldesa del distrito de Omersson recibe el proyecto que le propone Gerville, sesionan y lo aprueban, y para terminar de aprobarlo, crean unas fundaciones para dar apoyo [al homenaje]», explica Érick Martínez.
Una de esas fundaciones es El Piloto y La Rosa, donde Gerville fue nombrado presidente y la sobrina nieta de Suncín fue designada presidenta de honor.
«Fue un proceso bien largo, de casi un año, donde el señor Gerville fue a presentar todo lo que había hecho Consuelo, la influencia de Consuelo en Antoine de Saint-Exupéry, y todas las personas se dieron cuenta de que ella había influido grandemente en la literatura de Antonie de Saint-Exupéry, el famoso escritor de la bellísima historia de El Principito que todos conocemos», expresa la sobrina nieta de la condesa.
Consciente de que El Principito y su rosa son, en la vida real, el conde y su esposa, Abigaíl Suncín reseña que «la historia de El Principito y la rosa es una copia exacta de lo que vivió Sainte-Exupéry con Consuelo; entonces, ahí mismo dice: ella nació en medio de tres volcanes, que son el volcán de Izalco, el volcán de Santa Ana y el Cerro Verde, dos encendidos y uno apagado».
Originalmente, el tributo a la rosa de Saint-Exupéry se programó para junio de 2020, pero la pandemia obligó a suspenderlo un año y ahora será el 21 de junio de 2021, confiando en la nueva normalidad.
De acuerdo con Martínez y la sobrina nieta de Suncín, las nuevas invitaciones con el cambio de fecha ya fueron emitidas, incluyendo la del presidente Bukele.
Historias entrelazadas
El dato más antiguo de los Suncín se remonta a la existencia de los llamados «tres coroneles»: Benito Fernando, Venancio y Félix Suncín, terratenientes de Armenia, Sonsonate.
Félix contrajo nupcias con Ercilia Sandoval y procrearon tres hijas, entre ellas, Consuelo Suncín. Venancio se casó con Eva Iglesias y de la unión nació Eva Suncín Iglesias.
La cercanía entre las primas hermanas (la condesa y Eva Suncín Iglesias) se manifiesta en cartas y fotografías antiguas que hoy son atesoradas.
En unas imágenes está Consuelo de Saint-Exupéry cargando en brazos a Abigaíl, una de las tres hijas que procreó Eva. «El personaje de mi tía abuela está presente todo el tiempo», reconoce Abigaíl.
La fantástica historia de la salvadoreña que se casa con el aviador francés, su influencia en la creación de «El Principito» y, sobre todo, la vida de Consuelo en suelo salvadoreño es lo que motiva la creación de un libro en 2003 titulado «La rosa que cautivó al Principito».
«Hay un legado enorme de Consuelo, y había un señor que es Francisco Mena Guerrero, que era superamigo de Consuelo. Guerrero, que ya estaba bien mayor, era uno de los mejores amigos de ella en El Salvador. Me decía: “Vení, te quiero contar la historia de tu tía…” Entonces, en 2002 empecé a recordar lo que mi abuela y mi madre me contaban sobre Consuelo Suncín, y yo dije “es una persona increíble, adelantada a su época”, ha trascendido porque nació en 1901 en el pueblo de Armenia. Dijo que no se quería casar a los 20 años porque quería conocer lugares, conocer países, aprender idiomas. Era increíble», relata Abigaíl.
Es así que, con los relatos de parientes y del amigo de la condesa, nació el libro casi biográfico de Consuelo de Saint-Exupéry, que también sirvió para que Francia decidiera honrar a la salvadoreña. «El libro “La rosa que cautivó al Principito” me ha llevado a personas que quieren y admiran mucho a Consuelo», añade Abigaíl.