«¡Liberen a Bua Noi!», reza una pintada en las murallas del edificio que alberga un centro comercial y en un dos de sus plantas al zoológico de Pata.
Desde hace años que los defensores de los animales, incluyendo celebridades como la cantante Cher o la actriz Gillian Anderson abogan por los intereses de este primate llamada Bua Noi, que significa pequeño loto en tailandés.
La gorilla tiene más de 30 años y es la última representante de su especie en cautiverio en Tailandia, un país donde su especie no es nativa.
El animal «sufre una angustia psicológica extrema», afirma la oengé PETA.
«Ella necesita estar con su familia, o al menos al aire libre con la posibilidad de ver cosas, oler la naturaleza, ver volar a los pájaros», declaró a la AFP Edwin Wiek, fundador del grupo de defensa del medioambiente Wildlife Friends Foundation Thailand.
En Tailandia las autoridades han aprobado leyes para proteger a las especies autóctonas, pero éstas no se aplican a instalaciones privadas como el zoo donde vive Bua Noi.
El zoológico solicitó la renovación de su licencia de operaciones, indicó Padej Laithong, director de la entidad que supervisa la conservación de la fauna salvaje.
Los fines de semana, las familias siguen visitando el establecimiento donde Bua Noi comparte las instalaciones con un orangután, con varios loros y cabras.
La dirección del recinto – que no respondió a las solicitudes de comentarios de la AFP – denunció en un comunicado los ataques procedentes del exterior.