Cada vez que se inicia un año nuevo, todos nos trazamos metas y propósitos para mejorar nuestra vida y crecer en todos los sentidos. Sin embargo, para Andrea Morán, el 1 de enero de este año fue algo más que el inicio de un nuevo curso de su vida: fue también el día en que la vida la abrió las puertas a un nuevo reto para el que ahora se prepara y con el que busca poner en alto el nombre de El Salvador.
A sus 30 años de edad y con una gran experiencia en trabajo social y apoyo en producción para medios de comunicación y publicidad, Morán tiene ahora un nuevo reto: ser el bello rostro que representará a El Salvador en el Universal Woman 2024, a celebrarse este mes de marzo en Camboya y cuya gala final será el 24 de este mismo mes.
Para Morán, esta experiencia significa un nuevo punto de crecimiento en su vida. Pero, tiene clara su meta: ser más que un rostro bonito y una figura esbelta. La gran victoria de esta joven será el potenciar su labor social gracias a esta nueva oportunidad internacional, a la vez que busca poner en alto el nombre de El Salvador y demostrar que las mujeres salvadoreñas no son solo una belleza física, sino una integralidad personal y auténticas líderes para el mundo.
¿Cómo está siendo tu experiencia como representante de El Salvador en el Universal Woman 2024?
Es toda una nueva experiencia porque, hace cinco años ya estaba activa haciendo gira de medios para proyectos de ayuda social o trabajando con alguna banda que venía a El Salvador. Ahora, es la primera vez que siento todos los reflectores sobre mí. Me encantó la idea del certamen porque, desde siempre, he estado involucrada en proyectos de ayuda humanitaria. Nací y crecí en una familia cristiana, así que siempre he estado involucrada en acciones para beneficio de otros y, precisamente, de eso se trata el Universal Woman, de mostrar a la mujer como una líder para otros, una influencia positiva en la sociedad y no solo ver su belleza o su apariencia. Se trata de mostrar mujeres empresarias, con estudios académicos elevados y muchas cualidades. Es un honor ser la primera salvadoreña en este certamen.
Entiendo que es un certamen de belleza con un formato ya conocido, pero con dinámicas que también lo vuelven único. ¿Cómo se desarrollará el Universal Woman 2024?
En el certamen se tendrá una concentración de 15 días. Será en Camboya, por lo que se hará una gira turística en ese país. Es más, este sería el segundo concurso en el año que se hace en Camboya, así que será una experiencia más. Tendremos la oportunidad de conocer su cultura, sus tradiciones y toda su identidad. Es también ver temas de ayuda social. Todas las participantes llevamos un proyecto de ayuda social y, además, todas seremos embajadoras de distintas organizaciones de ayuda social. La idea es proyectar mujeres líderes para el mundo.
¿Cómo se dio la oportunidad de participar en este certamen?
Fue muy curioso. Como te comentaba, siempre he estado tras cámaras en otros proyectos. Toda la vida trabajé así, pero me pasaba mucho que, desde que empecé a trabajar en fotografía, me decían: «¡No, no! ¡Suelte la cámara y venga a posar aquí!», pero yo quería seguir aprendiendo todo lo que implicaba la producción de ese tipo de actividades. De pronto, comencé a hacerlo. Me decían que posara, pero nunca dejé de aprender a usar la cámara y tomar fotografías. Esto era un poco extraño hace algunos años. Comencé a cubrir diferentes eventos y era de las pocas mujeres que andaba con una cámara en ese momento. Incluso me criticaban porque me decían, por ejemplo, que si quería hacer fotografía periodística, yo no tenía el físico para ello, porque debía ser más fuerte, con más fuerza física.
Sin embargo, dentro de mi lista de cosas por hacer y metas por alcanzar, estaba también el modelaje. Ya como desde mis 19 años, la gente me pregunta por qué no me dedicaba a modelaje o pasarelas, pero siempre les decía que me gustaba estar tras cámaras. Aún así, la gente me invitaba a participar en certámenes. Fue hasta el año pasado en que dije que había llegado el momento y comencé a hacer pasarelas. Gracias al apoyo de Tony Melara, me inscribí en su escuela y desde el comienzo me mostró su apoyo. Me colocó en diferentes pasarelas y fue el primero que me dijo que podía darme la oportunidad de entrar en un certamen internacionales. Esa idea quedó en mi mente y, a los meses, me llamaron de otra organización para comenzar a trabajar con ellos.
Fue entonces que el 1 de enero, justo empezando el año, me llamaron de la organización Top El Salvador, de Estuardo Arana, y me dijeron que habían revisado mi perfil y que habían monitoreado mi trabajo. Ellos hicieron una exploración de posibles candidatas y revisaron toda mi evolución en mi carrera en las pasarelas. Hicieron la selección interna con personas que ya habían ganado en otros certámenes, pero terminaron dándome la oportunidad a mí. Me ofrecieron esta oportunidad y no dudé en tomarla.
¿Ha sido difícil prepararte para este evento?
De entrada, fue clave para mí estar en el modelaje. Al entrar, tenía otra idea, incluso fui al nutricionista buscando una alimentación para ser más fuerte y ganar más físico, pero de la organización me dijeron que era otro tipo de físico en específico lo que se buscaba. Así fue como tuve que cambiar todo el enfoque de lo que estaba preparando hasta ese momento. Me cambié de nutricionista y cambié toda la idea de mi preparación. Comencé a enfocarme en moldearme a la nueva etapa en la que estaba entrando.
Esto ha incluido varias cosas, como aprender a caminar de nuevo. La experiencia en pasarela me daba confianza, pero siempre me tocó aprender nuevas cosas, ya que no es lo mismo caminar en una pasarela como modelo que caminar en una para ser una Miss. Me dieron nuevas indicaciones y tuve que adaptarme a un movimiento diferente y a otra serie de códigos nuevos para este reto.
La preparación también ha ido más allá de lo físico. ¿Qué tiene Andrea Morán para mostrar más allá del aspecto físico?
Eso es muy importante porque, una de las razones por las que yo no había querido entrar en este mundo era por esa idea errónea que tenía la gente de que una miss tiene la cabeza vacía. Sin embargo, este tipo de concurso no buscan solo tus parámetros físicos. Ellos buscan una mujer integral, que sepa cuidar de ella misma, que cuide su físico, pero que también alimente de buena forma su inteligencia. Este certamen busca demostrar que las mujeres también pueden ayudar a otros y ser una influencia positiva para otros. Toda mi vida he hecho servicio social, así que es como si toda mi preparación hubiera sido a lo largo de mi vida y que este momento es el verdadero propósito de todo lo que Dios me ha permitido vivir.
Este certamen quiere que una mujer no sea solo una cara bonita, sino que también sea preparada y que sea integral, que hay algo más allá de un rostro y un cuerpo bonito, que inspire a otras niñas a ser como ellas no solo por como luce en cierto vestido o ciertos trajes, sino por lo que logre, por sus triunfos y por sus éxitos. Este certamen busca mostrar mujeres integrales, que nuestra verdadera belleza sea toda la capacidad que tenemos como mujeres para cambiar el mundo.
¿Qué expectativa tenés de tu participación en este certamen?
Creo que puedo traer la corona para El Salvador. No podemos empezar algo con la idea de que vamos a perder. Nuestro pensamiento debe enfocarse en ganar la corona, pero, también, en lo que queremos hacer después de esta experiencia. Ya tengo una corona en el país y, si Dios lo permite, voy a tener una corona internacional. Pero, ¿qué viene después de esto? Hay muchos planes en mi vida y todos ellos van más allá de ser una reina de belleza. Tengo muchos sueños y muchas metas por cumplir. Quiero seguir trabajando con organizaciones a nivel mundial y que no se me recuerde por los likes en redes o por ser una cara bonita. Quiero ser algo más que un certamen de belleza. Quiero hacer muchas cosas positivas para el mundo.
Las mujeres de hoy somos tan capaces de lograr todo lo que nosotros queramos. Las mujeres no solo somos una fachada, somos inteligentes, líderes, empresarias, ejemplos para nuestras comunidades y ejemplos para otras mujeres más pequeñas. Toda mujer que tenga un sueño debe luchar para alcanzar y no dejarse llevar por los comentarios de otra persona. Las capacidades están en cada una de nosotras.