Varios países de Latinoamérica enfrentan una crisis en materia de seguridad pública, como Argentina, donde más de 30 manifestantes fueron detenidos por los saqueos que hicieron el fin de semana anterior en locales comerciales de las provincias de Córdoba y Mendoza.
También se reportaron ayer saqueos en Loma Hermosa, Buenos Aires, capital de ese país suramericano. Los argentinos sufren una ola de saqueos como consecuencia de la crisis económica y la pobreza. En 2001 enfrentó varias jornadas similares.
En Colombia cientos de ciudadanos han salido a las calles a exigir la destitución o el juicio político contra el presidente izquierdista Gustavo Petro, quien, según el testimonio en sede judicial de su hijo, Nicolás Petro, recibió dinero del narcotráfico para financiar su campaña presidencial.
Además de la inestabilidad política, Colombia sufre una situación de violencia social. La semana pasada un grupo de hombres armados bajó a los pasajeros de una unidad de transporte público y después la quemó.
En Costa Rica, las autoridades de seguridad reportaron que entre enero y julio de este año fueron cometidos 500 asesinatos, cifra que superó a los 355 que hubo en el mismo período de 2022.
Mientras que en Honduras, una organización no gubernamental reportó la semana pasada que 141 crímenes han sido cometidos contra menores de edad entre enero y agosto de este año. Medios locales también contabilizan 26 masacres a escala nacional en ese mismo periodo; la última fue el mes pasado, que causó la muerte de dos mujeres y dos hombres.