Un grupo de analistas, sociólogos y docentes universitarios de profesión consultados por «Diario El Salvador» coincidieron en que el llamado a la insurrección que hace la oposición política en contra del Gobierno y el presidente de la república, Nayib Bukele, es una estrategia electorera de cara a los comicios generales del próximo año.
El analista Geovani Galeas calificó de «ocioso y absolutamente fantasioso» este llamado insurreccional porque consideró —con base en los resultados de diversas encuestas de opinión pública— que la mayoría de la población no está en contra del presidente Bukele, sino a favor de él por el trabajo que ha hecho en beneficio de los salvadoreños.
«No hay un descontento generalizado, sino que está focalizado, según las encuestas, en un 3 % en disolución; por el contrario, el pueblo en su mayoría cohesionada, según las encuestas, siempre está entre un piso de un 80 % y un techo de más del 90 % en apoyo al actual Gobierno», expresó Galeas.
Uno de los llamados al alzamiento lo hizo el 9 de noviembre pasado Rónal Umaña, dirigente de Resistencia Ciudadana, que es uno de los movimientos de la oposición política que atacan las acciones implementadas por el Gobierno, entre estas, el Plan Control Territorial (PCT) y el régimen de excepción para combatir a las pandillas.
David Elías, candidato a diputado de ARENA por el departamento de San Salvador, dijo que los salvadoreños podrían insurreccionarse si el Tribunal Supremo Electoral (TSE) inscribía la candidatura presidencial de Nayib Bukele. A pesar de la amenaza del candidato, el organismo electoral inscribió la candidatura de Nayib Bukele el 3 de noviembre pasado.
«¿Cuáles serían esas masas que se insurreccionarían según estos señores que hacen este llamado? ¿Quiénes serían las asociaciones, organizaciones que se autoconvocarían a la calle? Dudo que pueda ser serio un llamado insurreccional», dijo Galeas sobre quienes hacen los llamados insurreccionales.
La Constitución de la República reconoce en el artículo 87 el derecho a la insurrección del pueblo solo con la finalidad «de restablecer el orden constitucional alterado por la transgresión de las normas relativas a la forma de gobierno o al sistema político establecido, o por graves violaciones a los derechos consagrados en esta Constitución».
A criterio del analista y sociólogo Mauricio Rodríguez, la oposición hace «una interpretación perversa» de ese artículo al señalar que el orden constitucional ha sido alterado porque Nayib Bukele competirá por un segundo mandato presidencial inmediato en las elecciones del 4 de febrero de 2024.
Rodríguez aclaró que el orden constitucional no ha sido alterado porque fue la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia la que emitió —el 3 de septiembre de 2021— la resolución en la que señaló que quien ejerce la presidencia de la república puede competir por un segundo mandato inmediato, pero que serán los votantes, en las urnas, quienes decidirán si continúa en el poder.
«En otras palabras, son cantos de sirena que ellos están emitiendo para tratar de encantar y engañar a la gente para ganar adeptos a la alicaída estrategia electoral que están implementando en este momento», valoró el analista.
El también sociólogo Óscar Peñate coincidió con Rodríguez al señalar que los llamados insurreccionales son parte de la campaña. «En estos momentos no existen las condiciones objetivas y subjetivas para que se produzca una insurrección, porque más del 90 % de la población apoya y respalda al actual Gobierno», valoró Peñate.
El escritor y sociólogo René Martínez añadió que los llamados insurreccionales «son una muestra de la desesperación de la oposición» ante la inminente victoria de Nayib Bukele en 2024. «Es el pueblo el que se insurrecciona, y nuestro pueblo está favor del presidente Nayib Bukele», dijo Martínez.