Jayaque es una de las ciudades reconocidas por sus artesanías. En ella encontramos a los hermanos José Remberto y José Néstor Mora Martínez, mejor conocidos como los Pepes, quienes dan vida a diferentes artesanías mediante el forjado del hierro y materiales reciclados.
Estos jóvenes descubrieron su talento desde muy pequeños. Una de sus primeras creaciones fue un carro hecho de una caja de fósforos Tea.
«Lo del hierro surgió de una capacitación cuando estábamos en bachillerato, pero desde pequeños nos gustaba hacer las nuestras. Las creábamos y luego jugábamos con ellas», sostiene Néstor.
Pepe el turista, como es llamado Néstor, asegura que cada uno de los hermanos se dedica a un área específica de artes manuales.
«Desde pequeño me gustó la pintura. Con el tiempo me especialicé y ahora nos traen puertas antiguas, ventanas antiguas, baúles, cajas y muchas cosas para que se las decoremos», asegura.
Su hermano es reconocido como Pepe el del café, ya que trabaja como catador en una de las fincas de café de Jayaque. A él le gusta hacer miniaturas con ruedas mecánicas.
Néstor asegura que sus diseños son únicos. «Una vez hacemos algo, jamás lo repetimos. Hicimos un candelabro; una señora quería los dos y, así se lo digo, no quedaron iguales».
El arte del forjado de los gemelos ha llegado hasta San Salvador, donde han trabajado a gran escala en el Museo Tin Marín. Ahí construyeron el módulo lunar Apolo Once.
Industrias Creativas Los Pepes, nombre oficial del negocio, también cuenta con tallado en madera, que es llevado a cabo por Remberto Mora, padre de los Pepes.
«A mi papá no le llegó oxígeno al cerebro; tuvo muerte por cinco minutos. Se recuperó y todo. Él de repente agarró un pedazo de madera y con una navaja hizo su primer rostro», indica Néstor.
Artesanías en madera de café
Otro de los artesanos que se pueden encontrar en el centro de Jayaque es Farid Flores, quien lleva años en el negocio.
Él talla las ramas de los árboles de café y posteriormente les da vida a cruces en relieve, servilleteros, marcos para cuadros y portavasos. Los precios oscilan entre los $7 y $8.
«Me han comprado artesanías y se las han llevado a hoteles de playa», afirma Farid.