Uno de los momentos estelares de la noche en la inauguración de la edición XXIV de los Juegos Centroamericanos y del Caribe, San Salvador 2023, fue la presentación del DJ estadounidense Marshmello, Christopher Comstock. Gran expectación había generado uno de los pinchadiscos más famosos en el mundo y no defraudó a miles de salvadoreños y extranjeros que esperaron pacientes por su concierto.
Como espectacular se puede resumir su intervención que montó el norteamericano que se convirtió en pieza fundamental del show para los atletas y los salvadoreños que colmaron los graderíos del remozado estadio Mágico González, que se vistió de gala para una noche inolvidable para el deporte cuscatleco y para el de toda la región.
Luces neón, fuegos artificiales y láser en un escenario montado en el centro del campo de juego del estadio, adornaron el cierre del evento. Cerca de 40 minutos fue el tiempo que Marshmello estuvo sobre el escenario haciendo un repaso de sus mejores temas como Different Circles, Silence, Numb o Happier, pero todos se levantaron de sus asientos cuando sonó Alone, una de sus más emblemáticas.
El show del DJ norteamericano fue el broche de oro a una ceremonia cargada de emotividad porque El Salvador se convierte en la capital del deporte de Centroamérica y del Caribe hasta el 8 de julio.
Para poner el toque en el idioma que la mayoría de los espectadores hablaba en el coloso, Marshmello también pinchó canciones como El Merengue, una adaptación en conjunto con el colombiano Manuel Turizo o Esta Vida, otra de las melodías del puertorriqueño Farruko, otro de los artistas que ahora, en el país, cuenta con compatriotas que están compitiendo porque la supremacía en los diferentes deportes.
El espectáculo total se conjugó a la perfección con las pulseras que tenían los atletas y público en los graderíos, las que cambiaban de color y se juntaron con todos los beats que derrochó Marshmello, el primer artista en presentarse en el renovado Mágico González.