Ganar popularidad en redes sociales, como TikTok, se ha convertido en la meta de vida de muchos en todo el mundo. Para alcanzarla, suelen adoptar «performances» o personalidades radicalmente opuestas a quienes son en realidad. Sin embargo, para Grecia Platero, eso no ha sido así, al contrario, su propia personalidad llena de vida y muy espontánea, la ha convertido en una de las tiktokers más populares de El Salvador.
Su cuenta de TikTok está llena de videos en los que Grecia baila con total naturalidad y, además, aprovecha el impulso de esta red social para mostrar su emprendimiento: una panadería ubicada en San Salvador y a la que muchos de sus seguidores acuden para comprar y degustar el pan que ella misma prepara.
Pero, la historia de Grecia no se centra únicamente en TikTok o su panadería. Detrás de su gorra, su look despreocupado y su espontaneidad, se escribe una historia de abuso psicológico, un matrimonio fallido y una vida llena de dolor y sufrimiento a kilómetros de El Salvador. Sin embargo, Grecia ha resurgido de sus cenizas con una nueva vida marcada por su regreso al país y sus esfuerzos por demostrar que en El Salvador es posible salir adelante, triunfar y ser feliz.
Inicialmente, contanos, ¿quién es Grecia Platero?
Soy una persona alegre. Me gusta hacer reír a las personas. Soy de las que siempre quiere ser auténtica y mostrar en mis videos los mejores ánimos. A veces, al ver un video, se nos pega la energía de esa otra persona.
Por eso me gusta que mis videos tengan esa energía. Soy una persona divertida y siempre poniendo los pies sobre la tierra. Me gusta ser auténtica. Sé lo que soy, sé quién soy y no pretendo ser otra persona.
Ahora sos toda una TikToker reconocida en El Salvador, pero ¿cómo nació la idea de incursionar en el mundo de TikTok?
Cuando estaba en Uruguay hacía videos en YouTube y eran sobre mi estancia en Uruguay. Luego, cuando comenzó TikTok, intenté probar a subir videos ahí. Al principio me daba como vergüenza porque decían que TikTok era un poco feo. Sin embargo, estando en Uruguay, atravesaba un momento muy difícil de mi vida.
Entré en depresión estando allá y una de las cosas en las que encontraba un poco de ánimo y respiro era haciendo videos en TikTok. Ese era mi único momento para ser yo, para ser Grecia, porque en Uruguay dejé de ser yo. Eso me ayudó a volver a ser quien soy.
En TikTok te has dado a conocer también como emprendedora. ¿Cómo iniciaste tu panadería?
Cuando regresé de Uruguay vivía un momento sumamente difícil por lo de mis hijos y todo eso, no podía buscar un trabajo estable o fijo. Mi mamá había estado alquilando la panadería y, de un momento a otro, la persona que la alquilaba ya no pudo seguir.
Mi mamá me preguntó si me interesaba hacerme cargo de la panadería y decidí hacerlo porque era algo que nosotros, como familia, habíamos empezado y quería retomarlo. Además, sería una forma de poder trabajar y pasar siempre tiempo con mis hijos.
Empecé de cero, porque la persona que la alquilaba se llevó todos los clientes, los empleados, los materiales, se llevó todo. Fue así como, en la desesperación por querer vender y recuperar los clientes que teníamos de hace años, nació la idea del TikTok.
Al principio fue como una broma. Mi hermano me decía que subiera un video «cilindreando»* o haciendo algo mientras se preparaba el pan, pero yo le decía que me daba pena. Sin embargo, un día me animé a grabar un video, que fue el de «Quiere que le baile». Cuando vi las vistas que tuvo y el interés que generó, comencé a subir más videos sobre la panadería y la gente, gracias a Dios, lo tomó a bien.
* «Cilindrear» se le llama a la acción de colocar la mezcla de harina sobre unos cilindros, como parte del proceso de elaboración del pan.
¿Viviste en Uruguay? ¿Cómo fue esa experiencia?
Yo me fui a los 21 años porque me casé con un uruguayo. Lo conocí en México, me pintó el cielo y la tierra con sus promesas y fue muy astuto. Al final, me fui para allá y, al llegar, me di cuenta que hay racismo en todos lados.
La familia de él me miraba con desprecio por ser salvadoreña y me decían: «Los salvadoreños son muy feos». Su mamá siempre me decía: «Si tengo nietos, ¿te imaginás cómo van a salir?»…
Todos fueron muy crueles conmigo solo porque yo soy salvadoreña. Todo eso me fue afectando. Poco a poco fui cayendo en una depresión muy profunda. Además, mi matrimonio también estuvo marcado por la violencia emocional. Estuve seis años allá. Regresé hace un año. Justo ayer cumplí un año de haber regresado*.
*La entrevista se realizó el miércoles 21. Grecia regresó a El Salvador el 20 de septiembre de 2021.
¿Cómo te sentiste al regresar a El Salvador después de toda esa experiencia?
Al principio fue difícil. Me costó tomar la decisión de volver a mi país. Tuve que hacerlo a escondidas porque el papá de mis hijos no quería que me viniera a El Salvador. Me decía que iba a quitarme a mis hijos. Tuve que planear todo con mi familia porque temía mucho que pudieran hacer algo. El proceso fue sumamente largo y difícil. Él me denunció a la Procuraduría allá en Uruguay, así que mi regreso fue muy complicado. Además, mucha gente en Uruguay me decía que en El Salvador no se podía salir adelante, me decían que la gente acá no es civilizada y muchas cosas más.
Ya estando acá busqué trabajo. Al principio encontré algunos, pero se me complicaba por el proceso legal en el que tuve que entrar para poder estar con mis hijos. Fue muy difícil. Pasado el tiempo, me costó asimilar que había regresado a El Salvador. Sentía que había fracasado en mi vida.
Además, toda la gente me preguntaba por qué había regresado. Me decían que cualquier país es mejor que estar en El Salvador, pero eso es lo que ellos piensan porque no han vivido mucho tiempo en otro lugar. En todos los países hay inseguridad. Acá nunca me han asaltado con arma y en Uruguay sí. También me animé a regresar al ver las cosas que están pasando en El Salvador y cómo han mejorado las cosas en seguridad.
¿Te sentís satisfecha con la decisión que tomaste de regresar a El Salvador?
Lo que te puedo decir es que no hay mejor lugar que estar en El Salvador. Las cosas han comenzado a cambiar y eso se nota. En Uruguay hice muchas cosas, pero me sentía caer en un agujero sin tocar fondo, sentía que no progresaba. Tomé la decisión de regresar un día que le llamé a mi hermana y le dije claramente que me iba a quitar la vida… le dije que no podía más porque no me adaptaba a la vida en Uruguay.
Debo decir que también conocí personas buenas y que iniciar el canal de YouTube fue una de las cosas que me sostuvo. Pero, cuando le dije eso a mi hermana, ella y mi familia se preocuparon y, todos ellos, comenzaron a planear todo para regresarme. Había estado con psicólogo, pero, el día que hablé con mi hermana, yo misma me dije que de ese día no pasaba. Incluso, había planeado donde dejar a mis hijos para hacer lo que pensaba hacer…
Sin embargo, tomé la decisión de regresar y, aunque tenía temor, confiaba en que esa decisión era la que me iba a mantener con vida. Tomé la mejor decisión y no me arrepiento. No hay mejor lugar que estar en El Salvador. Acá he encontrado dificultades, es normal, pero también tengo motivos para vivir y, sobre todo, he vuelto a ser yo, he vuelto a ser Grecia.
Cualquier que ve tus TikToks no imaginaría toda la historia de vida que hay detrás de la sonrisa, la gorra, el look relajado y los bailes…
Es que todo lo que he vivido me ha hecho más fuerte. Claro que tengo preocupaciones. Antes era de las personas sumisas, que si me gritaban me quedaba callada. Ahora ya no. Ahora sé que muchas de las cosas que el papá de mis hijos hacía era violencia. Sufrí muchas cosas y yo sin saber que eran violencia.
Cuando me fui era aún una niña y desconocía muchas cosas. Ahora he aprendido mucho, incluso, también por el proceso en el que aún estoy. Aprendí que una mujer no vale menos que un hombre. Aprendí que no fue mi culpa que mi matrimonio falló.
De tu historia también se muestran las redes sociales como una forma de sostenibilidad emocional. ¿Crees que TikTok o YouTube te han servido emocionalmente?
Sí, totalmente. Creo que las experiencias de vida en Uruguay han hecho que, cuando veo el hate en redes sociales, no me importe o no me deje afectar. Recibo comentarios feos y hostiles, pero no les tomó importancia o trato de responderles con total tranquilidad. No voy a dejar que esos comentarios me afectan. Cada quien puede pensar lo que quieran de mí. Me han dicho que no parezco mujer por cómo me visto o los bailes que hago, pero eso no me importa.
En mi caso, las redes sociales me ayudaron a encontrarme a mí misma, a tener un nuevo propósito de vida y poder salir adelante. Quiero que la gente vea eso en mis redes, que las mujeres vean que no debemos ser esclavas del sufrimiento, sino que merecemos ser felices, merecemos salir adelante, merecemos sentirnos bien con nosotras mismas.
Pero también te han ayudado a promocionar tu panadería acá en El Salvador…
Sí, la verdad sí. Me he asombrado de cómo los seguidores han reaccionado. Las personas llegan a comprarme pan, me dicen que me han visto en TikTok e, incluso, muchas personas no me creen y preguntan si de verdad yo hago el TikTok. Me han dicho que me ven muy «Fresa»… ¡Jajajaja! Pero les digo que sí lo hago yo.
Así es como muchas personas han llegado a la panadería para conocerme y para probar el pan que hago. Muchos seguidores de otros países también están pendientes de como se muestra la panadería. Tengo seguidores muy buenos que, incluso, han llegado y terminan comprando todo el pan que hay para la venta. La verdad estoy muy asombrada por cómo TikTok me ha ayudado y por lo buenas que pueden ser algunas personas.
¿Qué le dirías a los emprendedores en El Salvador que aún dudan del potencial que hay en las redes sociales?
Yo les hice un video explicándoles que las redes sociales ayuda. La venta de la panadería creció por hacer videos. Si los emprendedores quieren comenzar con un negocio, deben publicarlo en redes sociales y anunciarlo. Cuando hice ese video algunos me dijeron que no, que eso solo funcionaba cuando la persona era bonita o se miraba bien. Pero yo les digo que no, que solo basta tener esa chispa y esa naturalidad para que el producto se anuncie de buena forma y sea atractivo para los clientes.
Debemos darle a conocer el producto a las personas transmitiendo alegría. Muchas personas comentan mis videos y me dicen que se sienten animadas al ver esos videos. Se puede usar las redes sociales para crecer en el país.
En Uruguay, muchas personas me dijeron que, si regresaba a El Salvador, no iba a encontrar trabajo, no iba a poder salir adelante, pero realmente sí se puede. Si uno quiere progresar y se esfuerzo, uno lo puede lograr. En Uruguay siempre emprendí. Vendía pizzas, tacos, vestidos… Siempre he tratado la manera de superarme. Pero, acá en El Salvador, he descubierto que todo esfuerzo, al final, vale la pena. Se puede salir adelante.
Si se te presentase una nueva oportunidad fuera de El Salvador, ¿la aceptarías? ¿Te ves saliendo de El Salvador una vez más?
No, definitivamente no. En TikTok me han ofecido llevarme hasta a Suiza ¡Jajajaja! Pero les digo que no. Aunque sea con frijoles y pan, pero quiero vivir acá. Quiero crecer acá, quiero estudiar acá. Quiero retomar la carrera de Marketing que dejé a medias y creeme que lo voy a hacer. Aún no sé cómo, pero lo voy a hacer. Quiero seguir creciendo acá en El Salvador, quiero tener una cafetería en el futuro… Soy muy soñadora. Pero todos esos sueños quiero cumplirlos acá en El Salvador.