El trabajo de los médicos siempre ha sido ajetreado, no hay horarios, tiene que estar disponible a la hora que sea, es cansado y hay que dedicarles tiempo a las personas, aunque esté comiendo o descansando el fin de semana con la familia, ya que enfermos siempre hay, así describe su profesión Miguel ángel Alas, médico general.
«Para mí la pandemia fue un punto importante que me dejó muchos aprendizajes, ya que cuando pusieron el cerco sanitario, impedían que vinieran pacientes a mi consultorio; sin embargo, me tocó crear estrategias para que la gente tuviera acceso a la salud», dijo.
Aunque sea una carrera cansada, el doctor Alas indicó que le gusta lo que hace, que no podría hacer algo más, porque no sentiría la misma emoción que siente al momento de estar con un paciente.
«Yo creo que no podría hacer otra cosa, porque lo que hago me gusta. Me satisface saber que lo que yo puedo hacer les sirve a las personas para recuperar el bien que han perdido en la salud, me llena» dijo el galeno.
El salvadoreño espera que en algún momento toda la población tenga servicios de calidad, que haya trabajo, pero sobre todo un servicio de calidad como el que se está viendo en El Hospital El Salvador.
Alas comentó que su amor por la medicina nace al ver que día a día su madre dedicaba su tiempo a los pacientes en el Hospital Rosales. «Me gustaba ver cómo se preocupaba por las personas y hacerse cada vez más de un corazón bondadoso», agregó.
Ser médico y tener una familia, para Alas, es complicado porque el trabajo demanda demasiado tiempo fuera de casa; sin embargo, a medida pasan los años, las personas se van acoplando al ritmo de vida de un galeno.
Por otra parte, Alas hizo un llamado a la población para cuidarse del virus y seguir todas las recomendaciones hechas por las instituciones de Gobierno.