Como una experiencia «súper bonita» calificó la montañista Alfa Karina Arrué, el reto de ascender 23 veces el cráter del Volcán Ilamatepec, ubicado en Santa Ana, con el objetivo de ganar fuerza y resistencia en cada músculo, como primera etapa de su preparación que le llevará a concretar su segundo intento de escalar el Monte Everest.
«Cada día hice cuatro ascensos, el primero a las 5:40 a.m., el segundo a las 7:00 a.m., el tercero a las 9:00 a.m. y el último entre 10:30 y 10:45 a.m., ya a las 12 meridiano había finalizado, cada subida la hacía en 1 hora y fue más que interesante interactuar con otras personas que llegaron a realizar su ascenso», manifestó Karina.
Alfa Karina dejó en claro que para ella subir y bajar el volcán es algo normal, pero que en esta ocasión se hizo un calendario de ascensos más cargado y se hizo del dominio público para incentivar a la población en general, para que practique este deporte, al menos por salud y porque a través de esto se aprende a convivir en armonía con la naturaleza.
«Durante el viernes y sábado hubo más afluencia de público y pude conversar con muchos de ellos y fue gratificante escuchar de varias mujeres, el felicitarme por haber tenido el atrevimiento de escalar el Monte Everest, pero sobre todo porque me dijeron que yo he sido una fuente de inspiración para ellas y hoy se atreven a hacer cosas que antes no hacían», comentó la destacada montañista.
Karina Arrué mencionó el caso de la atleta Isa Martínez, quien se tomó un día para realizar junto a ella los cuatro ascensos del día, asimismo de otras personas que hicieron uno o dos con ella, cada quién a su ritmo, Para ello les acompañaron agentes de Politur, tuvo el respaldo de los guarda recursos de Medio Ambiente, de INDES y de la Federación de Montañismo y Escalada que le ayudó con la alimentación de los agentes de turismo que le acompañaron día con día.
Mención aparte hizo de don Benjamín, propietario de El Jardín de los Volcanes, quien le facilitó sin costo alguno, parte de sus instalaciones que utilizó como campamento base.
Lo negativo
Pero para Karina Arrué no todo fue positivo, pues asegura que algo que le afectó emocionalmente es la cantidad de basura que los visitantes dejan a lo largo de la ruta de ascenso y que lastimosamente refleja la falta de educación y cultura de nuestra gente.
«Todos los días debí bajar bolsas llenas de basura que las personas van dejando en el camino, si queremos hacer un mejor país, debemos hacer cosas positivas, no ensuciar nuestro medio ambiente», comentó.
Dijo que los guarda recursos del Ministerio de Medio Ambiente, destacados en el volcán, todos los días tienen que recoger basura, lago que no debería ser, si cada salvadoreño que llega al lugar se propone no ensuciarlo. «Ya han encontrado animalitos muertos con palitos de paletas o plástico en su interior, es una pena que esto suceda por no cuidar y respetar nuestro medio ambiente», lamentó Alfa Karina.