Nayib Bukele fue el candidato presidencial que más votos ha recibido en la historia de El Salvador al ganar la reciente elección con 2,701,725 votos, según el escrutinio final oficializado por el Tribunal Supremo Electoral (TSE), lo que también representa el porcentaje más alto (84.65 %) registrado a favor.
El triunfo inédito supera los votos recibidos en conjunto por los expresidentes de la república José Napoleón Duarte (PDC 1984), Alfredo Félix Cristiani Burkard (ARENA 1989) y Armando Calderón Sol (ARENA 1994).
Los tres sumaron en conjunto 2,076,259 de votos, es decir, el presidente Bukele les sacó una ventaja de 625,466 votos a su favor, superando también a Francisco Flores (ARENA 1999).
Además, sobrepasó en 1,387,289 la votación obtenida por Elías Antonio Saca (ARENA 2004), aventaja con 1,347,725 votos a Mauricio Funes (FMLN 2009) y supera con 1,205,910 votos a Salvador Sánchez Cerén (FMLN 2014).
Analistas políticos han coincidido en señalar que los resultados solo confirman lo que encuestas nacionales e internacionales proyectaron acerca de la preferencia hacia el candidato de Nuevas Ideas, las que la oposición deslegitimó durante toda la campaña electoral, y luego incluso pidió al TSE que debía anular el proceso, como luego hizo para el caso de los comicios legislativos, petición que fue desestimada.
De hecho, declaraciones hechas ayer por René Escobar, procurador general de la república, coincidieron con el segundo informe de observación electoral de la Organización de Estados Americanos (OEA) sobre el desarrollo de las elecciones del pasado 4 de febrero.
«La OEA coincide en algunos puntos en que, si bien es cierto hubo fallas, ninguna de ellas representa una situación que vaya a alterar el resultado de las elecciones ni la voluntad de los salvadoreños», dijo Escobar en la entrevista Diálogo 21. En su informe, la OEA sostiene que «el proceso poselectoral fue deficiente, lento y desorganizado»; sin embargo, agrega que «la misión no tiene dudas sobre los resultados entregados por la autoridad electoral».
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