Paul Wise, pediatra en la Universidad de Stanford y designado por el tribunal federal de Los Ángeles para supervisar las condiciones de los niños migrantes mientras se encuentran bajo custodia de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP, en inglés), reveló que varios menores, incluso de 8 años, fueron separados de sus padres temporalmente debido al hacinamiento en un centro en Donna, Texas.
El experto presentó un informe de 71 páginas el 15 de septiembre ante el tribunal después de dos visitas en agosto en las instalaciones como parte del acuerdo judicial Flores, el cual determina los procesos legales para tratar a los niños migrantes y estipula que estos no pueden ser retenidos por más de 72 horas, un reglamento que la CBP aplicó para los niños no acompañados.
«Los niños separados incluían niñas apartadas de sus madres y niños apartados de sus padres. Ninguno de los niños entrevistados había visitado a sus padres desde que fueron separados, incluidos los niños que habían estado separados durante 4 días», escribió Wise en el documento.
El pediatra expuso que la respuesta de la Patrulla Fronteriza fue que las separaciones se efectuaban por razones operativas ante las aglomeraciones. El especialista señaló, sin embargo, que este tipo de acciones tiene repercusiones psicológicas para los menores; un punto en el que coincidió la vicepresidenta de políticas y promoción de Kids in Need of Defense (KIND), Jennifer Podkul.
La representante de organización sin fines de lucro, dedicada a la seguridad y protección de los niños migrantes, condenó la práctica de separar a los niños inmigrantes de sus padres, pues documentan «devastadores impactos fisiológicos de la separación familiar».
La CBP dijo, que a partir de este estudio, tomará en cuenta las medidas para futuras ocasiones. «CBP aprecia la supervisión del doctor Wise; continuaremos revisando el informe y las recomendaciones y responderemos según corresponda», compartió un portavoz de la agencia, que también desvinculó estos casos con las políticas anteriores como «Tolerancia cero», implementada entre 2017 a 2021.
También aseguró que los casos de separación son inusuales actualmente y cuando se lleva a cabo, es cuando un padre viaja solo con sus hijos.
La directora ejecutiva del Grupo Operativo para el Reencuentro Familiar, Michelle Brané, afirmó durante una conferencia en El Salvador que todavía existen casos de separación en la frontera y detalló que un motivo es por seguridad nacional, que «alguien esté en la lista de terrorismo»; o por «acto de un crimen», vinculado a la comisión de un delito en el proceso; no de entrar sin los documentos legales migratorios, sino por introducción de droga, por ejemplo. En estos casos a los padres «no los van a dejar salir con los niños», señaló.
Brané explicó que las autoridades estadounidenses no pueden separar a las familias como castigo por emigrar con niños y que una vez ya no exista una razón para estar separados, se abre la oportunidad de reunificarlos. «Además, deben anotar la información para poder seguir en contacto», aseguró.
KIND recomendó a la CBP y a la Oficina de Reasentamiento de Refugiados (ORR), del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS), contratar profesionales autorizados en bienestar infantil para dar atención y un ambiente amigable a los niños mientras estén bajo su custodia.
PETICIÓN
Mantener a las familias migrantes unidas es esencial para las organizaciones que defienden los derechos de los niños, por lo que exhortan a la CBP a dejar atrás estas prácticas que causan daños psicológicos en los menores.
Según el acuerdo Flores, los niños no pueden estar separados de su progenitor por más de tres días.