Con una encantadora sonrisa y una energía positiva con la que ilumina cada lugar al que va, Daniela Miranda, Miss Petite El Salvador 2022, está decidida a continuar poniendo en alto el nombre de El Salvador en certámenes de belleza internacionales y, en esta ocasión, el turno es para brillar en el Miss Beauty World International 2023, el cual se celebrará en Punta Cana, República Dominicana, en los primeros días del mes de noviembre de este año.
Ahí, Miranda sumará un nuevo certamen de belleza más a una carrera que inició desde temprana edad y en la que se ha acostumbrado al mundo del glamour, la belleza y las pasarelas, sin perder la humildad de corazón y la devoción y fervor de su fe en Dios, a quien responsabiliza de cada uno de sus éxitos y en quien confía para seguir cosechando más aventuras positivas en su vida.

De igual forma, más allá de las pasarelas, Miranda también apoya una causa social en El Salvador y siente curiosidad por el mundo de la política y por crecer aún más profesionalmente. Para ella, su encanto y belleza natural son solo el punto de partida para mostrar que es una mujer integral que lucha por demostrar que talento, inteligencia y belleza no son una combinación imposible.
¿Cuál es el certamen de belleza en el que estarás participando en estos días?
Es Miss Beauty World International 2023. Se realizará en Punta Cana, República Dominicana. Será una semana donde daré todo por El Salvador. Es un concurso más que se suma a los que he participado internacionalmente. He tenido ya una trayectoria extensa desde los concursos «Teen». Ahora ya estoy participando en los concursos «Miss» porque ya dejamos de ser «Teen», así es la vida… ¡Jajaja! La preparación ha sido constante y me siento un poco nerviosa y estresada por toda la preparación que conlleva participar en un certamen de belleza internacional.
Pero todo va más allá de lo que se proyecta en redes sociales. Sin embargo, mi familia ha estado apoyándome y echándome porras para poder dar, no el 100, sino el 110 %. El certamen se realizará del 6 al 11 de noviembre. Esperamos no solo clasificar a la final sino traernos la corona para El Salvador.

¿Qué implica la preparación de una reina de belleza para una competición internacional?
Para un certamen de belleza internacional se toman en cuenta muchas cosas. Lo más importante es organizar el tiempo. Uno tiene que sacrificar algunas cosas. De hecho, me ha costado mucho organizar todos mis proyectos personales para coordinarlos con la preparación física, el seguir una dieta bien establecida entre todo lo que uno come para evitar la «llantita» o la «pancita».
En fin, son varias cosas. Las clases de pasarela también son importantes y las clases de oratoria, etiqueta y refinamiento también son parte de la agenda. Después hay que coordinar atuendos, accesorios y peinado. Son varias cosas que van más allá de vernos bien.
Tenemos que estar en constante enriquecimiento de nuestro léxico, pendientes de la situación de nuestro país. En el caso de El Salvador, ha sido importante documentarme sobre todo lo que está pasando en El Salvador y cómo estamos cambiando positivamente como país. El objetivo no es solo representar un rostro bonito, sino también conocimiento sobre el país, demostrando que se trata de ser una mujer integral. Es como un círculo de muchas áreas, donde todo se combina y una tiene que prepararse para todas estas etapas.

Decís que es un evento que se suma a otros en los que has participado. ¿Cómo ha sido tu experiencia como reina de belleza internacionalmente?
Desde pequeña he estado en clases de danza, deporte y de muchas cosas. Todo esto desde que tengo uso de razón, porque mis papás siempre quisieron que estuviera preparada para muchas cosas. A los 14 años, mi mamá me dijo que, con la fiesta de 15 años también tenía edad para participar en Miss Teen. En ese tiempo yo era muy tímida. Era súper alérgica a hablar en público y a expresarme.
Pero, con estas experiencias fui marcando un antes y un después, de una niña súper apática a todo, a una mujer que ha aprendido a desenvolverse y a mostrar todo lo que puedo hacer, convirtiéndome en la mujer que soy ahora. Los eventos Miss Teen me sirvieron mucho para formar mi carácter y para enfocarme en mejorar siempre con cada certamen. Seguí en concursos y tuve la oportunidad de representar al país en el exterior en certámenes internacionales.
Con el tiempo, seguí modelando para algunas marcas y haciendo algo de televisión, pero dejé de lado los concursos de belleza. Pero, en 2021, tuve la idea de regresar a los concursos de belleza. Nació en mi interior el deseo de volver a competir y de regresar a las pasarelas.
Retomé los concursos en categoría Miss. Entré en Miss Petite, una competición que busca incluir a un grupo de mujeres que, por el aspecto de estatura, no cumplimos con los requisitos de los concursos de Miss Universo y otros certámenes.
En esa categoría regresé a los certámenes de belleza y lo he estado haciendo con mucho orgullo para representar a El Salvador. Fui Miss Petite 2022. Gané la corona nacional, tuve la oportunidad de representar al país en el certamen internacional. La competencia fue acá en El Salvador, en el Miss Petite International 2022. No ganamos la corona, pero quedé en un muy buen puesto en las finalistas y entrando en el top 5.

Pero, Daniela Miranda también tiene una vida más allá de las pasarelas…
Sí, realmente sí, soy algo más que solo una mujer en una pasarela. Estoy cerca de graduarme de Ciencias de la Comunicación Integradas al Mercadeo. También he tenido experiencia en ciertos proyectos que me han despertado un interés en la política. Me veo en un futuro como embajadora o como funcionaria. Me ha llamado la atención porque me gustaría seguir marcando un impacto positivo en la sociedad, ya no solo en los concursos de belleza, sino en otras áreas de incidencia. También tengo el sueño de establecer una asociación de cuidado animal. Tengo ese sueño muy marcado y quiero cumplirlo.
Comentás que también tenés espacio para causas sociales. ¿Hay alguna en específico que estés apoyando actualmente?
Sí, en este último tiempo he estado apoyando como vocera de la Asociación de Endometriosis de El Salvador. Me identifico muchísimo con esa causa porque son problemas médicos que sufrimos las mujeres y que complican nuestra vida cotidiana. El hecho que una mujer tenga este problema le impide desarrollarse en áreas de su vida profesional y personal.
Esta organización quiere motivar a las mujeres y apoyarlas. Mi mamá padece esta enfermedad, así que tengo esa experiencia que me ha permitido conocer de cerca todo lo que una mujer padece con eso. Por eso apoyo mucho a esta organización. Esa es mi causa social y quiero seguir trabajando por este sector de las mujeres salvadoreñas. Si este es mi último concurso, si Dios me permite traer la corona, quiero hacerlo impulsando esta causa.

¿Qué mensaje le darías a las jóvenes salvadoreñas que aún tienen temor de hacer cosas diferentes o de alcanzar sus sueños por miedo a las críticas o al fracaso?
Les diría que lo más importante que tenemos que tener en cuenta es que la vida puede ser difícil, pero no imposible. Encomienda a Dios cada sueño y cada proyecto que tengas en tu corazón. Eso es importante y creo que todo lo que he logrado hasta este momento ha sido porque no me he rendido, por el apoyo de mi familia, pero también por encomendarme a Dios.