Estudiosos de la fertilidad la reconocen como la capacidad del ser humano para reproducirse, lograr tener una familia o un bebé nacido vivo. Un tema que compete tanto a hombres como a mujeres. Factores hormonales, físicos, psicológicos o de edad son determinantes para la concepción y el nacimiento de un hijo. En este mes en el que se conmemora el Día Internacional de la Fertilidad, la doctora Alicia María Navarrete, ginecóloga, obstetra, ultrasonografista y especialista en infertilidad del Centro de Ginecología Salvadoreña (Ginesal), profundiza sobre los elementos que se toman en cuenta para que finalmente la pareja haga posible el sueño de conformar una familia.
Infertilidad y esterilidad están asociadas al tema, ¿son lo mismo?
No. Cuando hablamos de esterilidad es que no se produce una fecundación. La fecundación es la unión del espermatozoide con el óvulo y al no ocurrir esto es que decimos que hay un factor de esterilidad. En la infertilidad, muchas veces sí se da la unión del espermatozoide con el óvulo, sin embargo, no hay implantación y un avance progresivo del embarazo. Un embrión significa que se unió un óvulo con un espermatozoide y ha habido una división celular que da latido y progreso de la vida.
¿Cómo saber si hay una situación de infertilidad?
Basados en la Sociedad de Medicina Reproductiva Americana, infertilidad es la falta de un embarazo cuando usted ya tiene 12 meses de estar teniendo relaciones sin protección y no lo ha logrado. Cuando la pareja se enfrenta a esta situación debe consultar. Cuando hablamos de porcentajes, generalmente la pareja que está intentando tener un bebé (el 60 %) ya puede lograr un embarazo con seis meses de intento; y un 80 % a un 90 % lo logra en un año. Ya en 18 meses, si no hay embarazo, es que hay algo y amerita una evaluación.
¿Cuáles son las causantes?
Las vamos a dividir en tres áreas: factor femenino, masculino y mixto. En El Salvador, muchas veces se cree que es la mujer la que debe ir a pasar consulta y no es así.
También el factor masculino puede ser causante de un tercio de la infertilidad de la pareja. Cuando ya lo vemos de manera mixta, a veces se ha visto en otros lugares, en otros estudios, que puede llegar hasta un 50 % el aporte del factor masculino en el problema de un embarazo.
La pareja al llegar necesita de una evaluación inicial y esta lleva varios pasos. El primero de ellos es una anamnesis médica, es decir, una historia clínica completa donde se incluyan los antecedentes médicos de cada uno de los integrantes. Se investiga su vida reproductiva previa, sus hábitos, su estilo de vida, sus síntomas, y con esto tenemos un diagnóstico de lo que se necesita mejorar.
¿Qué tratamientos se pueden ofrecer?
Las parejas infértiles, no es que sea la mayoría y pueden constituir entre el 10 % y 15 %, el primer tratamiento es saber qué pasa, qué hay. Hay casos en los que, a pesar de haber dado tratamiento, de haberlo intentado, puede haber indicaciones precisas de técnicas de reproducción asistida de baja complejidad, como la inseminación artificial tanto de la pareja o de un donante, porque si el hombre no tiene espermatozoides o no es capaz, se puede utilizar un donante previamente evaluado.
El éxito de la inseminación todo mundo quisiera que fuera sumamente alto, pero según el protocolo se pueden hacer hasta cuatro inseminaciones y si aun así no se produce el embarazo, entonces podemos pasar a la técnica de alta complejidad.
La técnica de alta complejidad es la fertilización «in vitro», donde en laboratorio se hace externamente la unión del óvulo con el espermatozoide. Aquí la mujer debe someterse a medicamentos para las hormonas, que le ayudan a que ovule mucho. Se extraen los óvulos mediante una aspiración vía vaginal y luego estos son fecundados con los espermatozoides y, posteriormente si han progresado, se le colocan a ella en el útero.
FOTO: DES/RENÉ ESTRADA
Desde su experiencia, ¿cuáles son las causas más comunes?
En lo femenino el factor de la ovulación es el que más se está presentando, por obesidad, ovarios poliquísticos, por estrés o problemas endocrinológicos. En el caso de los hombres, oligozoospermia que son conteos más bajitos de lo que se espera y también en cuanto a la movilidad adecuada de los espermatozoides. Ejemplo, hay motoristas que pasan sentados con el calor a mayor temperatura y eso hace que la calidad de los espermatozoides baje.
Factor Femenino:
Investigar problemas hormonales y evaluar órganos reproductores: útero, trompas de Falopio (nivel tubárico), ovarios (donde puede no haber ovulación) y cérvix. Puede afectar si hay una producción elevada de prolactina, ovarios poliquísticos. Mujeres en edad avanzada, a partir de los 35 años la reserva ovárica comienza a caer. Ahí es donde las pruebas de AMH (hormona antimülleriana) indican si la paciente todavía genera ovulación. Otro elemento a considerar es la insuficiencia ovárica primaria o precoz, que puede darse en mujeres abajo de los 40 años.
Factor Masculino:
Hacer un espermiograma. Se deben tomar dos en caso de que el primero muestre alguna alteración y estar separados por lo menos una semana. Cuando un hombre se hace un espermiograma, se recomienda tener abstinencia sexual de un mínimo de dos días y con un máximo de siete días. Al semen se le mide el volumen, el PH, el conteo de los espermatozoides, la movilidad, la formas y se hace un proceso de licuefacción. Pueden haber causas a nivel pretesticular (endocrinológico u hormonal), los testículos no producen espermatozoides, causas postesticulares como ausencia de los conductos deferentes o alguna obstrucción.
MITO O VERDAD:
¿Los óvulos pueden envejecer? Sí, por supuesto. Los óvulos van perdiendo su calidad. No solo la reserva ovárica baja, sino que cuando usted hace un estudio y fecunda óvulos de mujeres mayores contra los de mujeres jóvenes hay una disminución increíble de los embarazos sanos. La calidad del ADN baja.
¿Los suplementos y las vitaminas aumentan la fertilidad? Es verdad. Toda pareja debe prepararse para el embarazo, se recomienda que tres meses antes tomen ácido fólico y otras vitaminas para mejorar la calidad del ADN, la calidad del óvulo y del espermatozoide, de esta manera se previene más un aborto o tener dificultades al buscar un embarazo.