La diversidad de candidatos para competir por la pri- mera magistratura del país demuestra que «en El Salvador hay libertad democrática para proponer a aspirantes a la presidencia de la república de diversas ideologías y pensamientos para las próximas elecciones generales de 2024», asegura David Hernández, analista, docente universitario y máster en Ciencias Políticas por la Universidad de Hannover, Alemania.
Hasta la fecha, siete fórmulas presidenciales han resul- tado electas en las primarias de los partidos políticos para competir en los comicios presidenciales del próximo año: por Nuevas Ideas correrá como candidato presidencial Nayib Bukele y su fórmula es el vicepresidente Félix Ulloa hijo.
Luis Parada y Celia Medrano son los candidatos de Nuestro Tiempo; Humberto Sánchez e Hilcia Bonilla, por el partido ARENA; Manuel Flores y Wérner Marroquín, en representación del FMLN; José Renderos y Rafael Montalvo, por el partido Fuerza Solidaria; José Cardoza e Irma Sosa, por el Partido Independiente Salvadoreño (PAIS), y Marina Murillo junto con Fausto Carranza participarán por Fraternidad Patriota Salvadoreña (FPS).
«Por primera vez en casi un siglo hay una oferta de toda la variedad de opciones ideológicas en el centro del tablero electoral. Hay candidaturas de todos los colores y sabores para todos los gustos, de derecha como ARENA, de izquierda como el FMLN, liberales como Nuestro Tiempo o conservadores como Fraternidad Patriota Salvadoreña. Caso especial, por supuesto, es el partido Nuevas Ideas (NI), que aglutina un consenso muy amplio de planteamientos ideológicos y que trasciende los tradicionales estereotipos polarizados de lo blanco y lo negro», explicó Hernández.
Aseguró que, con esta pluralidad de aspirantes, El Salvador, en estos momentos, está viviendo un «renacer de la democracia participativa», luego de romper la hegemonía del bipartidismo en 2019.
Según las memorias de labores del Tribunal Supremo Electoral (TSE), desde las elecciones de 1994 no se tenía la participación de siete fórmulas o más para una contienda presidencial.
Por otra parte, Juan Gilberto Contreras, consultor en materia electoral, afirma que, en efecto, hay una libertad democrática en torno del evento electoral, porque las reglas del juego han sido las mismas para los aspirantes de los siete partidos, pues todos se han tenido que someter a un proceso de elecciones internas y deberán solicitar la inscripción de sus candidaturas en el TSE a partir del 7 de septiembre.
«Las condiciones político-electorales evidencian que hay igualdad y que cualquier ciudadano que ha reunido los requisitos de la Constitución de la República, de la ley y también de los estatutos de los partidos políticos puede competir», dijo.
Por otro lado, Hernández reiteró que la sentencia de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia sobre la habilitación del presidente Bukele para competir por un nuevo período inmediato es de obligatorio cumplimiento, y que el mandatario puede aspirar a la presidencia en 2024. De hecho, señaló que el resto de las candidaturas al optar por competir en los comicios admiten la constitucionalidad de la resolución sobre la reelección presidencial.
«Lógicamente será el electorado salvadoreño el que decidirá si le da el billete para repetir la primera magistratura del Estado. Ahora, la elevada participación de candidatos a la presidencia implica, de hecho y de derecho, aceptar como legítima la candidatura de la fórmula presidencial Bukele-Ulloa. Nadie participa en un proceso jurídico que de antemano no reconoce», consideró.
Con respecto al mismo tema, Contreras reiteró que hay una resolución de la Sala de lo Constitucional, que es la máxima intérprete de la Constitución, que dice que Nayib Bukele está habilitado para competir por un período más.