Estas semanas, en el marco de la Iniciativa Spotlight para eliminar la violencia contra las mujeres y niñas, las Naciones Unidas, la Unión Europea, el Gobierno salvadoreño y sus socios han desarrollado varios eventos para poner el foco en este tipo de violencia, especialmente su expresión más terrible: el feminicidio, que muchas veces ocurre en la oscuridad, se niega o se oculta.
Las Naciones Unidas ven con alta preocupación los crímenes graves como los descubiertos en Chalchuapa, el feminicidio de Flor García y el incremento de las denuncias de desapariciones de mujeres y jóvenes. Según la Fiscalía General de la República, de enero a mayo de este año se habían reportado 44 feminicidios, el 43 % correspondiente a adolescentes y jóvenes entre los 13 y 29 años; cinco suicidios feminicidas por inducción, 824 agresiones sexuales a niñas menores de 18 años, más de 700 denuncias por violencia intrafamiliar y 594 por privaciones de libertad.
Estas cifras deben alertar sobre la magnitud, peligrosidad y evolución de la violencia contra las mujeres y niñas, tomando en cuenta que la mayoría de las estadísticas refleja solo los casos en los que las víctimas denuncian.
Ante todos estos hechos expresamos nuestra solidaridad con las víctimas y sus familiares, y nuestro firme compromiso de seguir acompañando al país para que haga todos los esfuerzos para garantizar sus derechos y para erradicar la violencia contra las mujeres y niñas.
Dicha violencia está presente en el cotidiano acoso que ellas enfrentan en los espacios públicos, como el transporte, en su situación de desventaja y la falta de oportunidades, que las expone aún más a estas dinámicas de violencia en sus hogares o fuera de estos. Hacerla visible y actuar para erradicarla es una obligación del Estado y un imperativo moral de la sociedad, y requiere de un trabajo integrado de todos los actores nacionales y locales.
En el Examen Periódico Universal de enero de 2020 desarrollado por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, se llamó al Estado salvadoreño a «redoblar los esfuerzos para combatir y prevenir todas las formas de violencia, incluidas la violencia sexual y de género, las desapariciones forzadas, las ejecuciones extrajudiciales y la tortura, velando al mismo tiempo, porque las medidas adoptadas sean conformes con el derecho internacional de los derechos humanos».
Mediante la Iniciativa Spotlight en El Salvador, un asocio global con la Unión Europea, desde hace casi dos años hemos acompañado la evaluación y mejora de la legislación y las políticas públicas para la prevención, atención y protección de mujeres y niñas; hemos trabajado en el fortalecimiento de las instituciones, en la mejora de los servicios esenciales de atención para las mujeres y niñas, y en estrategias para impulsar el cambio cultural y prevenir la violencia. Hemos contribuido a mejorar la disponibilidad y calidad de los datos, y apoyamos a los movimientos de mujeres y a las organizaciones sociales que luchan contra la violencia feminicida y que apoyan a las víctimas y sus familiares.
Juntos necesitamos transformar la indignación colectiva en compromisos y acciones concretas. Llamamos a movilizarnos todos para lograr las transformaciones culturales, legales e institucionales necesarias para erradicar la violencia contra las mujeres y niñas.