El área natural protegida Complejo San Marcelino, ubicada al occidente del país, empezó a ser reforestada como parte del programa Árboles para El Salvador, del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN).
La siembra en esta zona toma una vital importancia ecológica, ya que este lugar es la segunda zona más importante de recarga hídrica del país.
«Tiene la capacidad de filtrar 28 millones de metros cúbicos al año. Esta área natural ofrece bienes y servicios ecosistémicos que le ayudan a la población para la supervivencia. Restaurar y conservar es importante», dijo Saúl Jaco, guardarrecursos de dicha área natural.
En esa zona fueron sembrados 1,000 árboles con la finalidad de conservar la genética de los árboles nativos.
Se incluyeron de cortés, que están en peligro de extinción, con el objetivo de incrementar los corredores biológicos para que las especies de fauna tengan la posibilidad de trasladarse en los diferentes hábitats.
De igual forma, la reforestación se hace en coordinación con la Mesa de Manejo del Fuego, que está integrada por autoridades de diferentes instituciones y que tiene el objetivo de disminuir los incendios en estas áreas ecológicas, ya que el cerro El Chino, ubicado en esta zona, ha sido afectado por siniestros en años anteriores.
«Se busca incrementar la cobertura vegetal. El área natural protegida se encuentra entre los departamentos de Sonsonate y Santa Ana, es una de las siete áreas núcleo que integran la reserva de biosfera ApanecaIlametepec. Es una de las siete áreas naturales protegidas del departamento de Sonsonate», dijo Saúl Jaco.
El Complejo San Marcelino tiene 1,602 hectáreas y es un ecosistema de carácter volcánico, ya que el cerro El Chino fue un volcán cuya última erupción fue en 1722 y originó un río de lava de 14 kilómetros.
De acuerdo con Carolina Avilés, de la Gerencia de Ecosistemas del MARN, la reforestación en un área natural protegida garantiza los servicios ecosistémicos, especialmente el agua y el oxígeno.
«Garantizamos el hábitat para las especies de animales amenazados o en peligro de extinción. El proyecto Árboles para El Salvador se ejecuta en todo el país y se busca garantizar recursos importantes, como el agua, el oxígeno y el carbono», dijo.