La estrella de Hayek está situada muy cerca del Chinese Theatre, un emblemático cine de la calle Hollywood Boulevard, y ahí acudieron numerosos fans hispanos de la actriz para ver la ceremonia.
Con un elegante vestido negro de amplia falda, gran escote y remates plateados en la parte superior, Hayek contó que era un día de inmensa alegría para ella pero también de «curación» por un episodio «terrorífico» de su pasado.
La actriz explicó que, unos dos años después de venir a EE.UU., sufrió un ataque con un par de amigos en Hollywood Boulevard cuando un hombre les atacó con un cuchillo.
Huyeron como pudieron y nadie les prestó ayuda hasta que dos personas lograron reducir al atacante.
«Recuerdo que una vez fui al cine y alguien me dio golpes en la parte de atrás de mi butaca y me dijo: ‘Mexicana, no te sientes delante de mí. Vuelve a tu país’. Recuerdo que otra vez estaba haciendo fila en una cafetería y alguien me agarró del brazo, me sacó de la fila y me dijo: ‘No voy a hacer fila detrás de una mexicana», desarrolló.
Hayek también indicó que los estudios creían que nunca tendría hueco en EE.UU. y por ello le sugirieron que regresara a México para hacer telenovelas.
«Pero me quedé aquí», afirmó, «Quiero decir a todos los que están aquí, mis queridos fans, que fueron ustedes los que me dieron el valor para que me quedara aquí. Aunque no me conocían en los estudios de Hollywood, todos los latinos en EE.UU. sabían quién era, entendían que había venido con sueños como ellos. Estos fans han estado conmigo durante 37 años. En los tiempos duros, ellos me dieron el valor», dijo.