El pasado 1.º de marzo de 2021, José Armando Romero, de 80 años de edad, recibió el alta médica por la COVID-19 en un hospital del Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS).
Su proceso de recuperación fue descrito por médicos y familiares como un «milagro», ya que la enfermedad se complicó hasta el punto de llevarlo a un proceso de intubación, pero después de 12 días fue extubado e inició con la recuperación en su casa, junto a su familia.
Según su hija Sofía Romero, quien es especialista en Química y Farmacia, aún no saben cómo el octogenario contrajo el virus, ya que ellos cumplían estrictas medidas de bioseguridad. Sin embargo, en los primeros días de febrero, el adulto mayor empezó a tener fiebre y malestar, lo que generó la alarma por una posible infección por coronavirus, y porque tenía diabetes e hipertensión.
El 6 de febrero de 2021 fue ingresado como paciente con COVID-19, y un día después, la hija de Romero recibió una llamada de los médicos que le solicitaban autorización para intubarlo.
«Yo autoricé la intubación porque él ya no respondía con la cámara de alto flujo. El pronóstico inicial que me dieron fue bastante malo. Las primeras 24 horas son fatales para un paciente intubado. Yo me hinqué y le dije a Dios que se lo dejaba en sus manos», recordó Sofía.
Sin embargo, a los días de ser intubado, la condición de José empezó a mejorar, algo inusual en los pacientes que se encuentran en ese estado de gravedad. Finalmente, después de 12 días en esa condición, Romero logró tener la estabilidad suficiente para ser extubado.
«Cuando recibimos la noticia de que lo iban a extubar nos sentimos felices porque él siempre fue un hombre luchador. Mi mamá nunca perdió la esperanza de que él iba a regresar a la casa, y esa fe y confianza nos hizo tener más fortaleza en la recuperación», dijo su hija.
Actualmente, Romero se encuentra en su casa recibiendo terapias de fisiatría para recuperar la movilidad que perdió durante su ingreso en el hospital. El adulto mayor explicó sentirse animado por la oportunidad de recuperar su salud.
«Estoy agradecido con Dios y con el personal médico que me atendió. Ellos permitieron que yo me encuentre bien ahora», indicó Romero.
Por su parte, el doctor especialista en medicina interna del ISSS Marvin Lindo fue uno de los médicos que ayudaron a la recuperación. Dijo que fue importante identificar las necesidades especiales del caso.
«La recuperación de José fue muy buena porque respondió bien al tratamiento. Se le puso la ventilación mecánica oportunamente, y eso le ayudó a salir adelante. Estuvo varios días con ventilación, podemos decir que es un milagro», concluyó Lindo.