El 28 de abril pasado, San Pedro Perulapán se vistió de gala al cumplir 100 años de haber sido declarada ciudad. Comida, poesía, artistas, entre otros, fueron los principales atractivos de la celebración a su centenario como una localidad viva, llena de costumbres y tradiciones.
San Pedro Perulapán, que en raíces del idioma náhuat significa «río de los pululos» (nombre de un pez de agua dulce), es fundado por medio del «sistema de encomiendas» en 1531, apenas seis años después de la creación de la villa de San Salvador.
Según una investigación hecha por Adonay López, estudiante de Historia, en el documento redactado por Francisco Marroquín llamado «La relación Marroquín» se describe cómo el pueblo de Perulapán estaba al cuidado de «dos encomenderos, a quienes se les había confiado la fundación del poblado», muy probablemente en el mismo lugar donde se ubica actualmente.

Luego de esto comenzaría el proceso de «evangelización de los nativos» a cargo de los frailes de la Orden de Santo Domingo (los dominicos), quienes bautizaron al pueblo bajo la advocación del primer papa de la Iglesia católica, san Pedro apóstol.
Dos siglos después, cerca de 1770, San Pedro Perulapán recibe la visita del arzobispo de Guatemala monseñor Pedro Cortés y Larraz, quien, en una descripción del lugar, da un número interesante de personas que habitaban el lugar.
«Según Larraz, eran 1,555 familias con un total de 4,717 personas, y de ese número de personas solamente 30 niños asistían a la escuela», manifiesta López.
El poblado fue erigido como cabecera del curato del mismo nombre en 1795. El 21 de noviembre de 1803 se hizo cargo de la parroquia el padre Vicente Aguilar, y en un informe del corregidor intendente don Antonio Gutiérrez y Ulloa de 1807 se menciona que el principal patrimonio de este era la fábrica de petates.

Uno de los acontecimientos memorables de este lugar fue la victoria de Francisco Morazán sobre las tropas del general hondureño Francisco Ferrera. El 25 de septiembre de 1839, Morazán, al frente de 600 hombres contra 1,300 del enemigo, desalojó a los invasores, quienes se habían apoderado de la plaza y del campanario del pueblo.
Para López, la remembranza de Morazán es un hecho presente en los habitantes por el legado histórico que representa, mismo que festejan con mucho respeto cada fecha de aniversario.
«No debemos olvidar que la ciudad, cada 25 de septiembre, respira el ambiente y el fervor cívico morazánico. Es un hecho histórico que nos recuerda la lucha y victoria de Francisco Morazán».

Perulapán se convierte en villa en 1912, y el 28 de abril de 1921, por decreto legislativo, recibe el título de ciudad, según el «Diario Oficial» número 107 del 12 de mayo de 1921.