El sospechoso de un tiroteo en un club LGBT+ en Estados Unidos que dejó cinco muertos fue acusado este martes de 305 cargos incluyendo los de homicidio.
Anderson Lee Aldrich, de 22 años, está bajo custodia desde el ataque registrado en el Club Q en Colorado Springs, en el noroeste del país, que dejó además unos 18 heridos.
El sospechoso, que se declaró no binario de acuerdo con los abogados, compareció este martes ante la justicia para enfrentar los cargos.
Las acusaciones incluyen 10 cargos de homicidio en primer grado (dos por cada víctima letal), uno de homicidio intencional y otro de homicidio con extrema indiferencia. Ambos cargos conllevan a cadena perpetua sin chance de libertad condicional.
En Estados Unidos es común que los fiscales presenten varios cargos por un mismo crimen.
Aldrich también enfrenta 86 cargos de intento de homicidio en primer grado, así como docenas de cargos por crímenes de odio y por ataque.
El sospechoso apareció en la audiencia vistiendo el uniforme amarillo de la cárcel. De barba, Aldrich pareció recuperado de las heridas que sufrió cuando uno de los clientes del Club Q intervino para detener el ataque.
El veterano militar Richard Fierro, que estaba con su esposa en el club, contó en entrevistas que le arrebató la pistola al atacante y la utilizó como una herramienta para controlar a Aldrich.
El tiroteo del 20 de noviembre enlutó a la comunidad LGBT+ de Colorado Springs, y dejó en vilo a la pequeña ciudad.
Detalles sobre el sospechoso que salieron a la luz pública después del ataque revelaron una vida caótica, marcada por una niñez inestable en manos de padres que sufrían de abuso de drogas.