El Tribunal Federal 2 de la ciudad de Buenos Aires condenó el martes a seis años de prisión e inhabilitación para ejercer cargos públicos a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, en un fallo que puede quedar en suspenso al apelarse.
La poderosa expresidenta fue hallada culpable del delito de «administración fraudulenta» en una causa conocida como «Vialidad», en la que también se condenó a seis años de prisión al empresario de la construcción Lázaro Báez.
Condenada «de antemano»
Desde el inicio del juicio, en 2019, la exmandataria de 69 años sostuvo que su condena «está escrita de antemano» al denunciar que se trataba de «un juicio político» que persigue aleccionar a todo el peronismo.
Kirchner estaba acusada, junto a otras 12 personas, por la adjudicación supuestamente irregular de contratos de obras públicas en la provincia de Santa Cruz (sur) durante sus dos mandatos como presidenta (2007-2015).
La fiscalía pedía para ella 12 años de prisión al considerarla «jefa de una asociación ilícita» y por defraudación, además de solicitaba la inhabilitación política para ejercer cargos públicos.
Kirchner dijo que más allá de una sentencia condenatoria, seguiría en política. «Opinar y decir lo que me parece que hay que hacer para salir y construir un país mejor para nuestra gente, a eso no voy a renunciar nunca», advirtió.
En sus palabras finales ante el tribunal, Kirchner acusó a los jueces de haber «inventado y tergiversado» los hechos. «Esto es un pelotón de fusilamiento», dijo.
La defensa cuestionaba además la figura penal de asociación ilícita sobre la que la fiscalía construyó su acusación.