Por muchas causas los hombres han descuidado su piel, cabello o rostro, pero con el paso del tiempo los paradigmas se han ido transformando y los caballeros se han dedicado a cuidarse mucho más.
Los hombres, según la genética, poseen una piel más gruesa, con poros más dilatados y una alta producción de grasa, por lo que es necesario que utilicen productos que se adecuen a sus necesidades para mantener sana la piel, el rostro y el cabello.
Para conocer un poco de los diversos productos que pueden utilizar, visitamos el laboratorio de cosmética natural Keke, donde brindan asesoría personalizada. Además, ofrece detalles y servicios que pueden convertirse en buenas opciones para regalar a nuestros papás en su día.
«En Keke todos los productos los hacemos a mano, los hacemos con mucho amor y yo creo que eso es lo que en este Día del Padre debemos hacer: agradecerle a ese ser que ha estado presente en la vida de nuestros hijos, que ha sacrificado mucho para sacarlos adelante, y sobre sus hombros recae mucha responsabilidad, mucho peso, por el bienestar de su familia. Así que regalar un detallito de estos es un apapacho, es consentirlo», comenta Kathya Carranza, creadora de la marca.
Te presentamos algunas opciones útiles para papá, que puede aplicar en diferentes partes del cuerpo.

Línea facial. Un cutis sano es sinónimo de buena presentación. No es necesario aplicar demasiados productos o comprarlos a un alto costo. Lo importantes es mantener una rutina de limpieza que permita eliminar las células muertas e hidratar el rostro.
«Nuestra línea de pepino consta de un jabón líquido facial para que la esposa le haga el cariñito y de ahí la exfoliación de pepino. Luego, tenemos el suero hidratante porque de verdad necesitamos hidratarnos el rostro, vivimos en un clima bastante caluroso, estamos expuestos al sol y con el ritmo de vida los caballeros necesitan rehidratar la piel para lucir jóvenes y guapos», expresa Carranza.
El tónico facial détox es otro artículo a disposición, el cual es eficaz para disminuir los problemas de grasa en el rostro.

Línea cabello. Conocer qué tipo de cabello tiene una persona es un factor importante al momento de elegir un artículo.
«Nuestro kit de menta ayuda a hacer una limpieza profunda y a tener un cuero cabelludo mucho más sano. Este funciona muy bien para cuero cabelludo graso porque si lo utiliza alguien que tiene cuero cabelludo reseco, puede resecar aún más y generar algún tipo de reacción que no deseamos», explica Kathya.
En el caso de que registrarse caída de cabello, se recomienda utilizar productos a base de romero.
«Se cae el cabello porque es parte de la naturaleza, por el estrés, porque ocupan cascos o por diversas circunstancias. Para eso tenemos la línea de romero que ha sido muy bien aceptada y con magníficos resultados para el crecimiento del cabello. Al mismo tiempo ayuda a detener la caída. También hay un tónico de romero que se ocupa en el cuero cabelludo, no es grasoso, es inodoro, no se ve, no se nota, ayuda a estimular el crecimiento del cabello y fortalece el folículo para que no lo siga botando», detalla.
El cuido de la barba es esencial para mantener una buena imagen y para ello está el «aceite bárbaro» para estimular el crecimiento.
«Este es para nuestros guapísimos barbudos. Hay quienes desean tener una barba más poblada y con este aceite, en una aplicación nocturna diaria, estimula el crecimiento de la barba. Ya en el día la pueden utilizar como un acondicionador», manifiesta Carranza.

Línea spa. Además del cuidado y la limpieza corporal, es importante llevar una vida tranquila y sin tensiones. Para ello es necesario que haya un momento de relajación y el spa es la mejor idea. Puedes visitar algún lugar especializado, aunque ahora puedes realizarlo en casa.
«Esta almohada rellena de semillas aromáticas se puede meter en el microondas o en la refrigeradora. En el microondas produce relajación, la calientas un minuto o dos, dependiendo de la sensibilidad de piel, la colocas en el cuello y eso te relaja. El peso ayuda a presionar y a distender los músculos contraídos y la temperatura te ayuda a desinflamar. Al mismo tiempo emana aromaterapia para poder tener una relajación mucho más profunda, es inductora del sueño», asegura Carranza.
Si se decide utilizarla fría, la almohada ayuda a desinflamar y aliviar malestares musculares. También puede usarse en los ojos (tibia o fría), a manera de antifaz.
Si deseas adquirir algún producto o conocer más sobre los artículos que ofrecen pueden seguir la página de Instagram Kekebykathyacarranza. En la misma aparece la dirección para llegar al showroom. El número de contacto es 7063-4531.

DE «QUE-QUE» A KEKE
Este emprendimiento surgió hace 17 años, justamente para una celebración del padre. Según Kathya Carranza fue por la necesidad de regalar un detalle a su esposo, recién estrenado como papá.
«Me había sobrado tela de unas mantillas que le había hecho a mi hija, que para ese entonces tenía como nueve meses. Durante el embarazo mi mamá me regaló una máquina de coser y ya con eso se me ocurrió hacerle una almohadita, es algo que ya había visto en el extranjero, pero no con lo que yo quería. Agarré la almohadita, la cosí en forma de herradura, me fui a la cocina y la rellené de arroz, frijoles, de todos los cereales que tenía, cuando la meto al microondas se imaginan el desastre que hice, eso emanaba un mal olor […] Lo que hice fue agarrar un aceite esencial. A mi esposo le decía «inhale, exhale» […] de ahí me saqué la almohada, se la puse en el cuello, estaba más que relajado y le encantó», recuerda.
En cuanto al nombre de la marca, este surgió por la primogénita del matrimonio quien con solo meses de edad apenas podía hablar.
«Ella me pedía cosas y yo no le entendía. Le decía “¿qué hija? ¿qué querés?». Toco la almohada y me dice “que-que”. Creía que se llamaba que-que y desde entonces todas las almohadas en mi casa se empezaron a llamar de la misma forma. Así surge Keke», explica.
Con el apoyo de su esposo, la emprendedora comenzó a desarrollar un proyecto más formal, a estudiar telas, hilos y semillas para ofrecer sus kekes en un pequeño kiosco, en el Paseo General Escalón.
«Vendí todas las almohadas que podía, llegaba del noticiario y me ponía a coser en la noche. Las hice rojas, azules, blancas, de todos los colores. Al mes pasaban los clientes «¿Kathya qué tiene?», y yo la roja. Me preguntaban “¿es para lo mismo?» Sí, les respondía».
Carranza reconoce que fueron sus clientes quienes la orientaron a ampliar sus productos para el cuido y la limpieza personal. Fue así como empezó a estudiar cosmética natural y más tarde montó su propio laboratorio para idear nuevas líneas que ofrecer.
«Por la gracia de Dios, después de 17 años de mucho trabajo y sacrificio, logramos construir el laboratorio y ahora vamos abriendo más caminos», comparte.