La típica frase «ya te va a bajar» que se le dice a una mujer cuando está a punto de experimentar su ciclo menstrual porque «aparentemente» se comporta de una manera diferente, no está tan alejada de la realidad.
Absolutamente todas las mujeres, desde niñas hasta adultas, experimentan por lo menos una vez en su vida el síndrome premenstrual, ese que hace sentir cansancio, dolor de senos, útero y otros que se calman con un analgésico.
Pero hay un grupo de mujeres que experimentan lo anterior elevado a la enésima potencia y sumado a otros síntomas, pero de carácter emocional, a esta combinación se le conoce como Trastorno Disfórico Premenstrual (TDPM).
La doctora Jessika Alvarado, especialista en psiquiatría y salud mental, define el TDPM como «un padecimiento que se presenta en las mujeres en edad fértil, parecido al síndrome premenstrual pero más intenso, porque se agregan síntomas afectivos como tristeza, vacío, irritabilidad, enojo, poca tolerancia a la crítica, entre otros, que suelen desaparecer uno o dos días después de llegada la menstruación».
Estas alteraciones emocionales que experimentan las menstruante son tan severas que le dificultan el sobrellevar actividades cotidianas con normalidad, de forma que las incapacita en su vida diaria y la priva de desarrollarse de manera integral.
«Esto va a generar que la persona tenga consecuencia tanto en relaciones interpersonales, como en el trabajo. Puede tener dificultad para concentrarse y se puede sentir fatigada. Increíblemente, estas personas tienen un mayor porcentaje de deserción escolar, de faltar a los empleos y a veces una menor posibilidad económica les limita a tener una vida funcional», explica la experta.
El DSM-5 o Manual de Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, (la guía que clasifica todas las patologías de salud mental), detalla que para diagnosticar TDPM debe haber por lo menos la presencia de cinco síntomas, entre ellos: la tristeza, desesperanza, autodesaprobación, ansiedad, tensión, impaciencia, llanto frecuente, irritabilidad, enfado, psicosis, depresión, intento de suicidio, etcétera.
Hasta el momento no hay una causa especifica por la cual se pueda padecer este trastorno ya que se conoce por ser multifactorial.
Sin embargo, la especialista detalla que «es más probable que se presente en una persona que tenga un familiar de primera línea con este padecimiento, aunque también se ha visto que el hábito de alimentarse, la capacidad para hacer ejercicio o ser sedentario y todo el estrés que uno tiene en la vida puede influir en que se presente», manifiesta.
En cuanto a la edad de aparición, según la doctora, el trastorno aparece en la adolescencia cuando se presenta la primera menarquia, puede mantenerse hasta la adultez y llegar a desaparecer cuando cese la menstruación. Es poco improbable que si nunca lo presentó antes, se llegue a sufrir a los 40 años.
¿Cuándo recurrir a un psiquiatra?
La doctora señala que lo primero es diferenciar el síndrome premenstrual con el trastorno disfórico premenstrual. El primero fácilmente lo puede manejar un ginecólogo porque son síntomas más físicos relacionados con el periodo que fácilmente se pueden tratar con analgésicos.
En el segundo, los síntomas son afectivos y la persona no reacciona de la forma más ecuánime. Allí es cuando se debe visitar un psiquiatra, porque probablemente un ginecólogo no detecte esos síntomas.
En el caso de querer consultar con la especialista, puede escribirle o llamar al 6152-3346. Ella brinda consultas en línea ya que se encuentra fuera del país subespecializándose en psiquiatría infantil y adolescencia.
SÍNTOMAS
La lista de posibles signos y síntomas del trastorno disfórico premenstrual es muy grande, pero en su mayoría las pacientes tienden a sentir algunos de los siguientes.
Síntomas emocionales y conductuales:
• Ansiedad
• Depresión
• Llanto y tristeza
• Cambios alimenticios
o falta de apetito
• Aislamiento social
• Cambios de humor, enojo
e irritabilidad
• Otros
Signos y síntomas físicos
• Dolor muscular o
de articulaciones
• Sensibilidad o dolor de senos
• Fatiga
• Dolor de cabeza
• Hinchazón abdominal
• Brotes de acné
• Diarrea
• Aumento de peso por retención
de líquidos
• Dolor de útero o vientre
• Otros
TRATAMIENTO
La doctora, especialista en psiquiatría y salud Jessika Alvarado señala que existen medidas farmacológicas y no farmacológicas para tratar a las mujeres que padecen este tipo de trastorno.
Las farmacológicas: Los expertos en psiquiatría recetan inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS), con los cuales se va a demostrar una mejoría porque se ha asociado el síndrome premenstrual, o sea ese cambio hormonal que hay con las alteraciones en los neurotransmisores. Cuando un paciente toma ISRS va a sentirse mucho mejor, probablemente porque se le va estabilizar los neurotransmisores que cambian con el ciclo menstrual.
Las no farmacológicas: La actividad física siempre ayuda porque aumenta neurotransmisores que permiten disfrutar y sentirse bien. También las comidas tienen mucho que ver. La comida rápida en general, incluso los dulces, pueden hacer que se aumente los síntomas no solo del TDPM sino durante los síntomas premenstruales. La terapia psicológica puede ser de gran ayuda.
La ginecología: La experta señala que esta rama puede aportar mucho cuando hay un ciclo menstrual muy doloroso o discapacitante ya que se puede pensar en algún método anticonceptivo que disminuya la cantidad de síntomas premenstruales o que incluso prive la menstruación.