En sus primeros días de trabajo de campo, el ministro de Agricultura, David Martínez, visitó la finca Noruega, ubicada en Apaneca, Ahuachapán, y señaló que con el Plan Rescate Agropecuario el Gobierno busca reactivar 50,000 manzanas de café y que se destinará un fideicomiso de $637 millones para ayudar a este sector.
Además, anunció, en compañía de la comisionada presidencial, Carolina Recinos, la creación del instituto nacional del café.
Luego de esa noticia, el Colectivo Gremio de Viveristas de El Salvador vio con beneplácito el anuncio debido a que considera que fortalece la armonía del sector y las ganas de seguir trabajando entre el gremio, ya que durante más de 20 años han tenido pérdidas con el café, lo que no les ha permitido salir adelante con sus prestaciones financieras.
Este gremio forma parte del rubro primario de la producción del grano de oro, debido a que produce los plantines que son llevados a las diversas fincas del país para que estas generen producción y luego comercialicen el fruto.
Respecto a la creación del instituto, considera que es de suma importancia, ya que en el país nunca se han llevado a cabo investigaciones por parte de una entidad pública para verificar la variedad de la planta y establecer parámetros de tipos de suelos.
Otro aspecto que considera que se debe tomar en cuenta es el tamaño de la bolsa en la que se siembra la planta. Actualmente se hace en una bolsa con un diámetro de 6 x 11 cm, pero han experimentado que con un diámetro de 5 x 8 cm de alto es suficiente para el desarrollo.
«Queremos demostrar, pero también que a través del instituto se puedan formalizar técnicamente esos procesos. Queremos ahorrarnos costos y ofrecer calidad», indicó Edwin Arévalo, productor de café y secretario del colectivo.
Arévalo es ingeniero agrónomo y durante más de 20 años se ha dedicado a producir la planta de café. Relata que desde su experiencia nunca habían tenido insumos para mejorar la planta respecto a fertilizantes y un método de nutrientes que ayude al crecimiento acelerado de esta.
Con asistencia técnica del MAG se tiene proyectado sacar la plantación en dos o tres meses después de la siembra.

«Estamos agradecidos con [el exministro] Pablo Anliker. Demostró que no abandonó al gremio. Estamos contentos con el nuevo ministro. Llegará a hacer bien las cosas».
Edwin Arévalo, secretario del coletivo de viveristas.