Este martes se van a cumplir 30 años de aquel triunfo icónico de la selección de El Salvador sobre México, por 2-1, en el estadio Cuscatlán, por las eliminatorias de Concacaf al Mundial de Estados Unidos 1994.
De ese juego se ha dicho mucho, quizá hasta la saciedad. Los protagonistas, algunos ya no están en este mundo, han dado o dieron sus respectivas versiones sobre ese que ha sido de los escasos triunfos de la Azul sobre los aztecas. Uno de ellos es el exdelantero del Tri, Hugo Sánchez Márquez, exjugador del Real Madrid, quien dijo que el equipo azteca no perdía ese juego ni por accidente. Pero los goles de Carlos Castro Borja y William Renderos Iraheta le dieron ese vaso amargo al pentapichichi en el balompié español.
El estadio Cuscatlán estaba a reventar en esa mañana. El Salvador aún podía jactarse de tener a Mágico González y Mauricio Cienfuegos. Mágico había cerrado su ciclo con Cádiz un año antes y ante México sacó la chistera e hizo pasar momentos gratos a la hinchada, no así a la zaga azteca, encabezada por el emperador Claudio Suárez.