El Salvador celebró ayer su quinto aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas con la República Popular China, uniéndose, de ese modo, a la corriente internacional de reconocer al Gobierno de Beijing como el único representante del pueblo chino.
Una de las primeras acciones del presidente Nayib Bukele cuando asumió la administración pública fue una visita a China, en donde se reunió con su homólogo, Xi Jinping, con quien sostuvo una fructífera plática, producto de la cual se estableció una fuerte línea de cooperación basada en el respeto mutuo.
De ese modo, el gigante asiático, que por hoy es la segunda economía del mundo —luego de desplazar a Japón— y se encamina a ser la primera en los próximos años, se ha abierto a compartir con El Salvador en diversas áreas. Así, el país recibió el Sunset Park, el parque de diversiones ubicado en el puerto de La Libertad —único en Centroamérica—, que se ha convertido en un importante polo turístico.
Pero también hay una inversión millonaria para la construcción y el equipamiento de la nueva Biblioteca Nacional, en el Centro Histórico de San Salvador, donde se fusionan elementos característicos de la geografía y cultura de El Salvador con la más moderna arquitectura y los más novedosos recursos didácticos y de acceso a bases de datos. También está en marcha el novedoso Estadio Nacional, donde antes funcionaba la Escuela Militar, que se convertirá en el escenario con la mayor capacidad de albergar espectadores cómodamente sentados y rodeados de tecnología de última generación.
Este florecimiento de las relaciones de amistad
entre dos pueblos se da sin poner en riesgo los lazos
diplomáticos y de hermanamiento con otras naciones,
como parte de la política de puertas abiertas del Gobierno del presidente Nayib Bukele. Es así como hay muy buenas relaciones con todos los vecinos centroamericanos, pero también con el resto del continente americano, además de Europa, África, Asia y Oceanía.
El mundo actual es complejo, con diversos polos de poder dentro de la comunidad internacional de naciones. El Gobierno de El Salvador ha optado por buscar lo mejor para sus ciudadanos dentro de los marcos del derecho internacional y el respeto, tanto hacia otras naciones como de otros países hacia decisiones soberanas.
No hay duda de que, conforme pase el tiempo, las relaciones entre ambos pueblos se van a profundizar gracias al intercambio cultural y a las atinadas decisiones de los gobiernos.