La alcaldía de San Salvador inició esta mañana las primeras pruebas de izada de la nueva bandera en la plaza Masferrer que fue donada por la empresa privada a través de las gestiones del alcalde Mario Durán, quien retomó el proyecto luego de la costosa iniciativa fallida que dejó la gestión municipal de Ernesto Muyshondt.
«Fue un proyecto muy costoso por encima de lo que podría haber sido, no funcionó porque la calidad de la bandera dista mucho de lo que es necesario en este espacio sobre todo porque ahí pasa un corredor de viento», dijo Durán.
Muyshondt gastó $300,000 de los fondos de los capitalinos para comprar la bandera en 2020, la cual a solo cuatro días de haber sido instalada terminó rota y deteriorada.
El alcalde Mario Durán retomó el proyecto de una manera diferente y por medio de las buenas alianzas que ha entablado la alcaldía capitalina con el sector privado, la comuna no entrara en gastos para la compra de la bandera.
«Gracias a las gestiones con la empresa privada reactivaremos esta iniciativa que devolverá el sentido de patriotismo a los salvadoreños. Con este importante donativo hemos ahorrado fondos de la municipalidad, sin duda, el trabajo articulado es la mejor forma de hacer las cosas», expresó Durán.
La nueva bandera fue elaborada en México, mide 23 metros de ancho por 40 de alto y pesa 110 kilogramos. Fue confeccionada con tela de poliéster microperforada y costura perimetral reforzada, entre otras medidas que la vuelven más segura, detalló la municipalidad.
Como parte de la prueba piloto, durante estos próximos días mientras la bandera esté colocada en el lugar, el personal municipal realizará un monitoreo las 24 horas del día; además, se ha establecido un protocolo especial ante cualquier emergencia que surja.
«Esperamos que todo salga bien y por fin veamos nuestro símbolo patrio ondear en la capital. En la administración anterior este proyecto fue un fracaso total, pero ahora tengan la confianza en que lo lograremos», reiteró Durán.