Para un joven que reside en alguna de las islas en el golfo de Fonseca, en La Unión, y que aspira a continuar con su educación superior, implica un mayor esfuerzo e inversión económica asistir a una universidad, a diferencia de cualquier estudiante que vive en la ciudad o más próximo a una casa de estudios superiores.
Actualmente, para salir de las islas, primero depende de las condiciones del mar; el recorrido en lancha tarda un poco más de una hora desde la isla Meanguera del Golfo hasta el muelle Los Coquitos, en La Unión, luego hay que trasladarse a la terminal de esa ciudad y abordar un bus hacia San Miguel, donde se ubican las universidades más cercanas.
Muchos estudiantes que egresan de bachilleres en las comunidades insulares unionenses hacen el intento de continuar con su preparación académica, pero la mayoría se queda a medias y opta por alternativas como migrar a Estados Unidos o quedarse y dedicarse a la pesca.
«De mis cuatro hijos solo una pudo seguir estudiando, los otros solo se quedaron con bachillerato, y más que todo fue por la economía, porque los costos son altos. La única que pudo estudiar fue porque logró que le dieran una beca y fue a sacar su licenciatura en el extranjero, pero los otros tres tuvieron que migrar para buscar otros horizontes y oportunidades», comentó Jesús Ventura, un padre de familia que reside en la isla Zacatillo, de La Unión.
LEA TAMBIÉN: Gobierno de El Salvador plantea educación en línea a corto plazo
El sentir de este líder comunitario no es único; en Meanguera del Golfo, las dificultades con la educación superior son similares, según Neris Guevara, un pastor que dirige una iglesia en ese municipio insular y que ha visto cómo se queda truncado el sueño de muchos jóvenes.
Ya en tierra, pero en el municipio de Conchagua o en la misma cabecera departamental, los inconvenientes de largas distancias para ir a la universidad y el costo económico que implica también son los causantes de que buena parte de los bachilleres no sigan con su formación académica.
A los jóvenes que residen en la parte alta de ambos municipios, los que habitan en la bahía o en la zona costera de estos también se les dificulta terminar una carrera universitaria que les facilite lograr mejores oportunidades laborales.
En los últimos años las alcaldías de estas dos localidades han hecho un esfuerzo para apoyar con becas a los bachilleres, pero no les alcanza para todos el poco presupuesto que se destina para proyectos municipales de educación. Este año, la alcaldía de Conchagua tiene becados a 100 estudiantes en diferentes universidades de San Miguel, mientras que la de La Unión ha apoya-do a un poco más de 50 becarios.
LEA TAMBIÉN: La educación no se detuvo, pese a la pandemia
«Año con año estamos sacando de cinco a 10 nuevos profesionales como alcaldía, pero son más aquellos que no acceden a las becas; podemos hablar de que solo Conchagua tiene una demanda de 400 a 500 personas que necesitan prepararse académicamente», expresa el alcalde Jesús Medina.
Esa falta de acceso a la educación superior en dichas áreas del país ha llevado a la Universidad de El Salvador (UES) a apresurar un proyecto de extensión de los servicios universitarios hacia el departamento de La Unión, el cual se pretende iniciar en 2021 con la apertura de una sede en la cabecera departamental.
La sede funcionaría como una dependencia de la Facultad Multidisciplinaria Oriental (FMO) y en un inicio pretende ofrecer carreras como las licenciaturas en Economía, Administración de Empresas, Mercadeo y Contaduría Pública.
Según la información de la UES, también hay un buen número de jóvenes de todo el entorno de La Unión que también demanda las carreras de Doctorado en Medicina y Jurisprudencia y Ciencias Sociales.
LEA TAMBIÉN: La educación es la clave para empoderar a la mujer del área rural
«Hemos identificado alguna demanda de aspirantes de nuevo ingreso para 2021, que son estudiantes que pertenecen a este radio de La Unión y de las poblaciones aledañas, y la apuesta que estamos haciendo es que vamos a evitar que estos jóvenes se trasladen a San Miguel, y darles por lo menos el primer año, y quizás el segundo y tercero, servirles las asignaturas aquí, en La Unión», explicó el rector de la UES, Róger Arias.
Para materializar el proyecto, recientemente las máximas autoridades del «alma mater» sostuvieron reuniones con actores locales del departamento de La Unión, entre ellos, el alcalde de la cabecera departamental, Ezequiel Milla, con quien se firmará un convenio de cooperación.
La Universidad de El Salvador asumiría las responsabilidades académicas y la movilidad de los maestros de la facultad oriental, y la comuna unionense, la responsabilidad de las instalaciones y el acondicionamiento para que se impartan las clases desde febrero próximo.
«Nos vamos a comprometer con conseguir las instalaciones en donde se den las clases por un año, y tocar las puertas en la empresa privada y buscar el apoyo para el equipamiento, como pupitres, y lo que se requiera para las aulas», apuntó el alcalde Ezequiel Milla.
LEA TAMBIÉN: Educación y medio ambiente, la apuesta de desarrollo social en La Libertad
Con la extensión de los servicios universitarios públicos a La Unión, se pretende beneficiar a los jóvenes de los municipios de Meanguera del Golfo, Conchagua, Intipucá, Pasaquina, El Carmen, San Alejo y la cabecera departamental.
En ese radio, para el nuevo ingreso en la UES se tiene registrado a un estimado de 50 estudiantes, buena parte de ellos aspiran a carreras de las ciencias económicas.
Para iniciar las funciones de la sede, la UES cuenta con un remante del presupuesto 2020, para lo cual se pedirá una reorientación hacia dicho proyecto, pero también para 2021 ha pedido a la Asamblea Legislativa que se reorienten $3.5 millones del presupuesto general de la nación, a fin de beneficiar a un aproximado de 17,000 estudiantes, entre los que se cuentan a los de La Unión.
