La bloguera canadiense «Emily ML» comparte sus viajes a El Salvador en la plataforma Substack, en donde describe sus experiencias en el «pulgarcito de América» que la cautivó tanto como para decidir mudarse al país por sus paisajes, su comida, la seguridad y su gente.
En su blog cuenta aquella noche de eclipse en la que la luna se tornó color rojo sangre para posarse sobre los cielos de El Salvador en mayo de 2022, en la cual, junto a su esposo, y sus tres hijas, se encontraban vacacionando para disfrutar de los paisajes salvadoreños.
«Vimos un increíble eclipse lunar mientras nos sentamos en el porche de nuestra casa rentada en El Salvador. Vimos como la luna llena dejó de verse completa y se iba convirtiendo en plata. Tom, Eva y yo nos sentamos y la vimos volverse más y más pequeña (…) Los niños pronto estarán cubiertos de arena negra», cuenta Emily en su blog, sobre su experiencia en la casa rentada a la orilla de la playa.
La canadiense también relata que disfrutaron de unas pupusas en un local cercano a la casa vacacional ubicada en las playas de El Salvador. «Todos (su familia) amamos las pupusas», especialmente las de frijol con queso de arroz, cuenta la bloguera.
Siete meses después del viaje que relata, en diciembre de 2022, Emily cuenta su proceso para adquirir una propiedad en El Salvador, cuyo terreno, según describe la «amante de la libertad», como se autodenomina, posee vista a la playa, y «montañas verdes en casi toda dirección».
Además, la propiedad cuenta con árboles de mango, de limón, guanaba, mandarinas y de aguacates, también con palmeras, según cuenta Emily.
«El hombre al que le estamos comprando las tierras ha sido muy amable, incluso nos está asesorando un poco (en cultivos). Él sabe que es lo que crece bien aquí, así que nos ayudará a plantar una cobertura de plantas cerca del camino. También nos mostró otra propiedad que posee, que también tiene unas vistas increíbles», detalla la canadiense.
Emily relata que, a mediados de diciembre, su esposo Tom estaba emocionado por celebrar Navidad en El Salvador en donde haría uso de su nuevo carbón barbacoa para hacer una parrillada en la noche de Navidad, en donde visitarían amigos, pasarían tiempo en familia disfrutando en la playa, visitando su nueva propiedad y explorando la naturaleza.
«Hemos conocido gente buena aquí en los últimos meses, y disfruto pasar tiempo con ellos», concluye Emily en uno de sus relatos publicados en su blog de Substack sobre el país que la enamoró por su belleza, su gente y las pupusas.