Café Fulanos nació en 2018 en el Centro Histórico de San Salvador, fruto del amor por la capital y el grano de oro de Carlos Cárcamo, un joven salvadoreño.
De acuerdo con Cárcamo, su negocio surgió en medio de la transformación del centro capitalino que llevó a cabo la alcaldía, dirigida entonces por el ahora presidente de la república, Nayib Bukele. En ese momento, la iniciativa de reordenamiento y seguridad «fue un arranque de éxito», que luego tuvo altibajos con la administración de ARENA, pero que volvió a mejorar con la llegada de Mario Durán y con las nuevas estrategias del Gobierno Central.

«En 2022, el cambio se profundizó acá con el régimen de excepción y eso impulsó nuestras ventas. Esta época, desde agosto hasta finales de diciembre, fue una de las mejores. De hecho, ha sido la mejor época después de 2018», aseguró.
Café Fulanos tiene otras dos sucursales en la colonia Escalón, San Salvador, y en ciudad Merliot, La Libertad; sin embargo, según el fundador de la empresa, aseguró que, en los últimos seis meses de 2022, el espacio del centro capitalino fue el que tuvo mayor crecimiento, alcanzando un 40 % más de ventas.

«Crecimos en empleo, crecimos en posicionamiento de marca, vimos más turismo, recibimos cruceros, recibimos teleoperadores. Esto se debe a que hay confianza en seguridad, limpieza y orden», apuntó.
Asimismo, el emprendedor destacó que diciembre fue el mejor mes del año para su compañía, pues sus ventas aumentaron en un 50 %. Incluso dijo que en las fechas especiales (24, 25, 30 y 31) el comercio se duplicó. «Ahora estamos recibiendo entre 10 y 20 visitantes internacionales en nuestra sucursal», detalló.

Por otro lado, Cárcamo indicó que el dinamismo económico del Centro Histórico le permitió incrementar el número de colaboradores. «En la sucursal del Centro Histórico manejábamos un equipo de ocho personas; ahora tenemos 15 colaboradores», finalizó.