Cuando hablamos de coaching debemos saber que es un método que les permite a las personas potenciar al máximo su rendimiento. Se basa en fomentar la conciencia, la confianza en sí mismo, asumiendo responsabilidades, generando automotivación, a fin de elaborar un plan de acción para lograr metas o proyectos tanto personales como profesionales.
El coaching nos sirve para mejorar resultados, resolver problemas, motivar, mejorar las relaciones interpersonales, crecer, valorar y evaluar el rendimiento.
Pero ¿cómo nace el coaching? Los antecedentes históricos más remotos del coaching se encuentran en la filosofía griega, principalmente en Sócrates (filósofo ateniense, 470 años a. C.), quien creó un método llamado mayéutica, consistente en un proceso inductivo a través de preguntas reveladoras con sus discípulos, y mediante el cual lograba traer a la luz las cualidades y respuestas que estos ya tenían en su interior.
Asimismo, en los diálogos de Platón (Atenas, 428 a. C.), basados en una secuencia de preguntas y respuestas, se puede reconocer la estructura arcaica de una sesión de coaching.
En la actualidad, la palabra «coaching» es una palabra inglesa que puede traducirse como «entrenamiento», pues procede del verbo inglés «to coach», que viene a significar ‘entrenar’. Por lo tanto, el coach es quien «entrena» y el coachee es el colaborador, es decir, quien es entrenado.
Comenzó a aplicarse a mediados de los años setenta dentro del ámbito deportivo, cuando Timothy Gallwey (profesor de literatura y capitán en la Universidad de Harvard del equipo de tenis) se dio cuenta de que el principal freno de un deportista no está en su cuerpo, sino en su mente, y creó un método y libro titulado «El juego interior», basado en la idea de que «en cada actividad humana hay dos ámbitos de actuación: el externo y el interno. El juego exterior se juega en un escenario externo para superar los obstáculos externos para alcanzar un objetivo externo. El juego interior se lleva a cabo dentro de la mente del jugador y se juega contra varios obstáculos, como el miedo, la duda, los lapsos de atención y la limitación de conceptos o suposiciones. El juego interior se juega para superar los obstáculos autoimpuestos que impiden a la persona o equipo acceder a todo su potencial». (Es el juego contra los obstáculos del miedo y la desconfianza de uno mismo).
Después, John Whitmore (piloto, hombre de negocios y coach) llevó el método de Gallwey al medio empresarial inglés con gran éxito, convirtiéndose en el precursor del coaching de negocios, coaching ejecutivo y coaching personal. De hecho, ambos son los principales exponentes de la corriente del coaching humanista, originado y desarrollado principalmente en Europa y cuya práctica está basada en la aplicación de herramientas de la psicología humanista, y pone el énfasis en el ser humano, en su potencial interior y en la capacidad de elección de una vida mejor.
Otra corriente es el coaching práctico o estadounidense, y tuvo como máximo exponente al estadounidense Thomas Leonard. La metodología utilizada con este sistema tan pragmático incentiva la autoestima, motiva a la acción y pone a prueba a sus coachee mediante nuevos desafíos.
La tercera corriente es el coaching ontológico que, originado en Sudamérica, ha tenido como principales exponentes a los chilenos Rafael Echeverría y Julio Olalla. Es el «entrenamiento del ser», y explica al ser humano como un ser intrínsecamente lingüístico, donde las conversaciones son la clave para entender cómo somos los seres humanos y cómo desde ese conocimiento se puede cambiar nuestra vida.
Por lo que el coaching busca que cada persona logre salir de la situación actual a la deseada; además, ejercita el equilibrio y el desarrollo personal y profesional. Puede aplicarse de manera personal, profesional y organizacional o de equipos.
El liderazgo del siglo XXI implica hacer uso de métodos diferenciadores para el logro de objetivos y metas, y el coaching es una poderosa herramienta de cambio. Si deseas convertirte en un líder coach es importante que puedas comprender qué tipo de competencias debes desarrollar, tales como sinergia, escucha activa y consiente, inteligencia emocional, la intuición, capacidad para hacer preguntas poderosas, motivación, dar y recibir retroalimentación, entre otras.
En el mundo de los negocios es importante aplicar el business coaching como un proceso de crecimiento empresarial que permite tener una visión más amplia de hasta dónde queremos llegar y cuáles son los pasos claves de mejora continua y productividad. Pregúntate ahora qué metas has dejado de cumplir, qué harías si no tuvieras miedo y cómo hacer más productiva tu empresa.
Inicia este día un plan de acción que te permita tener objetivos claros y alcanzables, estrategias y líneas de acción prácticas, recursos y una adecuada gestión del tiempo.
Recuerda que estás escribiendo tu propia historia y tienes el poder para hacer de ella una gran obra o una mediocre escena de tus objetivos. Si fallas, vuelve a iniciar una y otra vez hasta que superes tus propias expectativas.