En estudio realizado en el lago de Coatepeque por el Laboratorio de Toxinas Marinas (LABTOX) de la Facultad de Ciencias Naturales y Matemática de la Universidad de El Salvador (UES), en coordinación con la Fundación Coatepeque, estableció que el cambio de color de agua del lago a turquesa no representa mayor riesgo para bañistas.
«La abundancia de cianobacterias para la fecha y puntos de muestreo representa un nivel de riesgo bajo para bañistas, según valores de alerta por abundancia de cianobacterias establecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para aguas recreacionales», concluye el estudio.
El pasado 25 de junio, cuando ya el color turquesa había abarcado todo el espejo de agua del lago, se realizó la toma de muestras en ocho puntos del cuerpo de agua, cuyos análisis demuestran que el cambio de color tampoco obedece a proliferación de cianobacterias.

«No se observaron acumulaciones superficiales densas de cianobacterias, que fuesen indicativas de una proliferación. Las mayores concentraciones celulares corresponden a las cianobacterias Microcystis cf. wesenbergii con 273 células por mililitro y Raphidiopsis sp. con 134 filamentos por mililitro, en los puntos 2 y 8, respectivamente. Además, se detectaron otras especies de cianobacterias y un dinoflagelado en menores concentraciones celulares», agrega el informe.
Los análisis hechos a las muestras indican la presencia, en gran abundancia, de estructuras cristalinas no identificadas, similares a las encontradas en años anteriores cuando se ha registrado el fenómeno del cambio de color del agua.
Agrega que la concentración de cianobacterias encontradas durante la toma de muestras en este cambio de color del agua, no son mayores a las encontradas en meses anteriores, donde también se han hecho análisis del agua del lago.

«Como hemos informado en reportes previos, es poco probable que los pigmentos de las cianobacterias sean la causa del cambio de coloración “turquesa” que actualmente se observa en el Lago de Coatepeque, dadas sus bajas concentraciones celulares», concluye el estudio.
El cambio de color del agua del lago comenzó hace dos semanas, un fenómeno que se ha visto repetido con frecuencia desde 2012, aunque ya había sucedido desde la década de los 80.
Este fenómeno incrementa la afluencia de turistas que llegan a apreciar el color turquesa del lago.