La máxima entidad judicial de Guatemala rechazó el viernes un nuevo intento por impedir hoy la asunción del presidente electo de ese país, Bernardo Arévalo, al rechazar tres peticiones de amparo por supuestas violaciones constitucionales.
El socialdemócrata Arévalo y la vicepresidenta electa, Karin Herrera, enfrentan hasta el último momento una arremetida judicial de diferentes sectores conocidos localmente como «el pacto de corruptos» para evitar su asunción, que ha despertado la esperanza en la población ante el hartazgo por la corrupción.
La Corte de Constitucionalidad, máxima instancia judicial del país, rechazó los amparos interpuestos por el diputado y excandidato presidencial Lecsan Mérida y la derechista agrupación Liga ProPatria en contra del Congreso.
El ente rechazó las dos acciones al indicar que el pasado 14 de diciembre en una resolución conminó al Congreso a «garantizar la efectiva toma de posesión de todo funcionario electo en el proceso electoral» del año pasado.
Además, recordó que el TSE ya oficializó y validó los resultados de los comicios de junio y agosto pasado, en los que Arévalo salió victorioso. El tercer recurso denegado fue de un guatemalteco contra el TSE, tras argumentar que Arévalo cometía ilegalidades por ser secretario general de su partido, Semilla, y al mismo tiempo asumir como presidente del país.
Arévalo, de 65 años, asume hoy en medio de incertidumbres por la persistente persecución legal en su contra, su partido, Semilla, la próxima vicepresidenta y cuestionamientos rivales a los resultados electorales. El presidente electo ha denunciado «una intentona de golpe» de Estado desde junio pasado.