«El Salvador se ha visto beneficiado con cerca de 2.6 millones de vacunas anti-COVID-19, y esto es importante porque esos 2.6 millones representan aproximadamente el 20 % de la población, que es lo que la estrategia COVAX representa. El garantizar un acceso equitativo quiere decir darles vacunas a 190 países, pero para poder cumplir eso, se estimó un porcentaje de población que tiene mayor riesgo, por eso son 2.6 millones [20 % en el caso salvadoreño]», manifestó recientemente el ministro de Salud, Francisco Alabi, en una entrevista radiofónica.
Según datos de la OMS, la entidad creó el mecanismo COVAX para el acceso mundial a las vacunas contra la COVID-19 en colaboración con los asociados en la iniciativa sobre el Acelerador del Acceso a las Herramientas contra la COVID-19 (Acelerador ACT), la Coalición para la Promoción de Innovaciones en pro de la Preparación ante Epidemias (CEPI) y la Alianza para las Vacunas (GAVI).
El mecanismo COVAX congrega a todos los países, con independencia de su nivel de ingresos, para asegurar que la adquisición y la distribución de las vacunas contra la COVID-19 se lleve a cabo de forma equitativa.
Este mecanismo permitió acelerar la inversión en el desarrollo de una gran variedad de vacunas, la ampliación de la capacidad de fabricación y la aceleración de la producción de vacunas, las cuales fueron sometidas a evaluaciones por diferentes organismos para su respectiva aprobación, distribución y aplicación una vez que se demostró su seguridad y eficacia.
«La distribución equitativa es especialmente importante en el ámbito de las vacunas debido a que si estas se utilizan de manera correcta y equitativa, pueden contribuir a detener la fase aguda de la pandemia y a abrir la posibilidad de que reconstruyamos nuestras sociedades y economías», se lee en una publicación hecha por la OMS en su sitio web con respecto al COVAX.
El Salvador ha recibido, hasta la fecha, cinco lotes de vacunas por medio de este mecanismo global de adquisición. El primer cargamento arribó al país el 11 de marzo, con 33,600 vacunas de AstraZeneca; el segundo fue de 51,480 dosis de Pfizer, el 22 de marzo; un tercer lote del COVAX arribó el 18 de abril, con 96,000 vacunas de AstraZeneca; un lote de 140,000 dosis de Pfizer fue la cuarta entrega de vacunas el 12 de mayo; y el quinto cargamento, de 96,000 dosis de AstraZeneca, se recibió el 25 de mayo.
Recientemente, el representante de la Organización Panamericana de la Salud y Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS) en El Salvador, Giovanni Escalante, destacó el trabajo del Gobierno para el manejo de las vacunas, mismo que le ha hecho acreedor del reconocimiento de estas entidades y el beneficio de recibir vacunas mediante esta modalidad.
«En suma, lo que estamos verificando es la capacidad logística, el cumplimiento de los estándares técnicos, así como también un sistema de información muy transparente donde se puede verificar en tiempo real cuáles son las coberturas óptimas. La conclusión es que el Gobierno de El Salvador está cumpliendo todos los estándares necesarios, está preparado para seguir recibiendo las vacunas y está participando en la próxima ronda de negociación de las vacunas», aseveró Escalante.
De acuerdo con la OMS, el COVAX contempla dos fases: en la primera, las dosis de vacunas se pondrán a disposición de los países participantes de manera simultánea hasta lograr una cobertura de aproximadamente el 20 % de la población de todos los países. En el caso de la segunda, una vez que se hayan distribuido las dosis suficientes para inmunizar al 20 % de la población, se enviarán más vacunas a los países en función de la financiación disponible.
Como parte del mecanismo, expertos de la OMS determinaron grupos prioritarios para ser vacunados, entre los que en un primer momento estuvieron trabajadores de primera línea en el ámbito sanitario y de la asistencia social, personas mayores de 65 años y menores a esta edad con enfermedades preexistentes que les generaran mayor riesgo de letalidad.
RESERVAS
El COVAX ha considerado establecer una reserva del fármaco posterior a la ejecución de las fases I y II, y propuso desde un inicio seleccionar algunas dosis y conservarlas en calidad de «reserva con fines humanitarios», según detalla el documento consultado de la OMS.
«Una pequeña reserva de un máximo del 5 % del número total de dosis disponibles se apartará en calidad de mecanismo de respaldo con el fin de que sirva como último recurso en el caso de que las estrategias puestas en práctica por algún Gobierno no basten para satisfacer las necesidades de determinados grupos demográficos», se describe en la publicación.