David Gómez, de 64 años, fue el joven bailarín que se convirtió en docente y lleva más de 40 años promoviendo la danza folclórica en Santa Ana y El Salvador a través de la cual ha formado a cientos de bailarines y ha promovido el arte y el folclor salvadoreño dentro y fuera del país.
Su gusto por la danza, recuerda, comenzó desde que tenía siete años, específicamente cuando en la escuela donde estudiaba le pidieron salir en un baile interpretando una gotita de agua. Ese fue el paso que le serviría para adentrarse en este mundo, donde hasta la fecha sigue inmerso como docente y director de los grupos de danza folclórica Xochiquetzal del Centro Escolar INSA y Makuil Xochil.
«A mí siempre me ha gustado el arte, es algo muy hermoso, uno siente que es útil para los jóvenes, para la sociedad, para el país. Uno forma a jóvenes en una disciplina, donde se inculca no solamente la cultura de El Salvador, sino también valores morales como la unidad, la solidaridad. Yo trato de que los grupos sean siempre unidos», dice el docente.
Bachiller en artes del Centro Nacional de Artes (CENAR), donde estudió becado contra la voluntad de su familia, recuerda que cuando estaba en tercer ciclo, en 1974, tuvo su primera oportunidad de dirigir el grupo de danza folclórica del centro escolar Leopoldo Núñez, la cual surgió porque había reprobado Educación Física, pues, a pesar de que le gustaban los deportes, no practicaba fútbol ni baloncesto.
El profesor de Educación Física, como ya sabía que le gustaba y practicaba la danza, lo condicionó con que debía organizar un festival de danza a cambio de pasarle la materia.
Desde entonces ha dirigido diferentes grupos de danza folclórica en los centros escolares donde ha impartido clases y ha ganado múltiples premios en diferentes concursos a escala nacional.
El también actor de teatro ha estado desde 1983 al frente del grupo de proyección folclórica Xochiquetzal, del Centro Escolar INSA, con el cual ha formado a muchos bailarines y ahora directores de danza, de donde además surgió el grupo Makuil Xochil, integrado por exbailarines del primer grupo.
Para el profesor el haber ingresado desde muy pequeño al mundo de la danza folclórica y luchar contracorriente ha valido la pena, porque con este arte ha promovido la cultura e identidad nacional dentro y fuera del país.