¡Hijos, hijos, hijos…!, el grito de la hinchada aurinegro llegó cuando el partido estaba 1-1, y fue paternidad confirmada. El 11 Deportivo demostró una vez que le tiene la medida a FAS. Este domingo remontó y luego lo liquidó con un 3-1 inapelable en la bajada del telón.
No dejó mucho que celebrar y aplaudir primer acto del duelo entre ahuachapanecos y santanecos. Tanques Fronterizos y tigrillos plantearon y protagonizaron un partido muy trabado y exagerado de faltas en la zona ancha lo que impidió que la emoción se derramara sobre los graderíos y el césped del Arturo Simeón Magaña.
Sí acaso hubo algo que aplaudir y que obviamente desatoró el ole en los graderíos fue un caño de Enrique Contreras sobre el mexicano Carlos el «Gullit» Peña, por lo demás fue un duelo cargado de faltas sobre todo del lado de los asociados que tuvieron que sacar el machete para frenar el empuje local.
Eso sí, pese a las barricadas con alambres de púas que tanto el técnico Jorge «el Zarco» Rodríguez como su par Bruno Martínez colocaron en la zona ancha, hubo algunas migas de emoción y supusieron algún trabajo tanto para el tigrillo Nicolás Pacheco como Yonatan Guardado.
Inicialmente la iniciativa la cogió FAS, pero fue un ligero dominio que no le alcanzo ni para el cuarto de hora. En ese lapso lo más relevante fue un disparo de Tomás Granito que Guardado conjuró enviando hacia la línea terminal.
Fue esa acción la que pellizcó el orgullo de los fronterizos, que en adelante mejoraron el trato del balón y arrinconaron a un FAS que no dejó de abusar del juego brusco y que debió encomendarse a los guantes de Pacheco para evitar la caída de su cabaña. Lo probó Melvin Cartagena en dos ocasiones y Edgar Medrano con un cabezazo demasiado telegrafiado, al 35´.
El fallo despertó el lamento en las gradas, pero luego fueron recompensados con el tunelito de Contreras sobre el Gullit Peña que alcanzó para los oles y aplausos, e irse conformes a la pausa.
El complemento no pudo arrancar de peor forma para los tanques. FAS les dinamito los cimientos y las aspiraciones con un zapatazo de tiro libre Wilma Torres que dejó para la foto a Yonatan Guardado.
Para entonces el cronómetro cruzaba el lumbral de los 47 minutos, y parecía que el tigre comería frito, pero una vez empató Kevin Menjivar, al 62′, apareció David Rugamas, y tal y como lo hizo el David bíblico contra el gigante Goliat, tumbó al tigre sobra la grama.
El artillero de los fronterizos se agenció su doblete en el 66′ y 73′ para dejarle claro a FAS y su hinchada que le tienen como hijos. Los asociados, ardidos buscaron venganza, pero no tuvieron ni migas. Esta vez David mató a un tigre.