El presidente de la república, Nayib Bukele, reiteró que destruir los símbolos de pandilleros en sus tumbas no es una falta de respeto para los fallecidos, y que en realidad es una medida aplaudida por tanto a nivel nacional como internacional.
«La Dirección de Centros Penales sacó a los presos para que fueran a destruir las lápidas, las tumbas de los pandilleros, la gente lo aplaudió, aquí y afuera de El Salvador», recordó, sin embargo, lamentó que algunas organizaciones de derechos humanos criticaron esta medida por «violar los derechos de los pandilleros muertos y de los familiares de ellos».
«En primer lugar, nosotros no estamos prohibiendo que los pandilleros tengan tumba, lo que estamos prohibiendo es que la tumba diga ‘Mara Salvatrucha’, simplemente porque en El Salvador, a partir de la aprobación de la Ley de Proscripción de Pandillas, están prohibidos esos símbolos, ni en el grafiti, ni en la casa, ni en el cuerpo, ni en la tumba», expresó el presidente Bukele.
El mandatario puso el ejemplo del nazismo, que, luego de que fueran derrotados por los Aliados en la Segunda Guerra Mundial, en Alemania se prohibieron símbolos referentes a esta ideología, específicamente la esvástica.
«Para desnazificar a Alemania se implementaron diferentes medidas fuertes, por ejemplo, es prohibido tener una esvástica. No son prohibidas en Guatemala o El Salvador, aunque sea ofensiva una esvástica, no tenemos que estar activamente persiguiendo ese problema porque no lo tuvimos, pero en Alemania destruyeron toda la simbología nazi que existía en ese país… incluyendo las tumbas».
Bukele añadió que no era suficiente con capturar a los líderes de los nazis, sino también había que «borrar toda la ideología nazi de la sociedad alemana, y, al día de hoy, aún es ilegal portar una esvástica».
«Nosotros no hemos tenido un problema de nazismo, pero si hemos tenido problema de pandillas, similar, porque no solo han hecho mucho daño, como los nazis, no solo han sido crueles, como los nazis, sino que, además, están entrelazados en la sociedad salvadoreña, están en todos lados, hasta en los cementerios», concluyó el presidente.