La policía nicaragüense arrestó este domingo a tres reconocidas dirigentes de la disidencia sandinista, entre ellas a la exguerrillera Dora María Téllez, una de las voces más críticas del gobierno de Daniel Ortega, como parte de la persecución que la oposición dice enfrentar desde inicios de junio, informaron fuentes oficiales y políticas.
«El día de hoy domingo fueron detenidas las ciudadanas Dora María Téllez y Ana Margarita Vigil Guardián», ambas dirigentes de la opositora Unión Democrática Renovadora (Unamos), dijo la policía en un comunicado.
Una hora después, la policía informó la detención de la presidenta de Unamos, Suyen Barahona Cuan.
La policía dijo que las detenidas «son investigadas por realizar actos que menoscaban la independencia, la soberanía y la autodeterminación, incitar a la injerencia extranjera en los asuntos internos», entre otros delitos, según la nota.
En diciembre pasado, Nicaragua aprobó una polémica «Ley de Defensa de los Derechos del pueblo a la Independencia, la Soberanía y Autodeterminación para la Paz», que castiga con cárcel a las personas que promueven la intervención extranjera.
Unamos, antes conocido como Movimiento de Renovación Sandinista (MRS, centroizquierda), está conformado por disidentes del presidente Ortega, líder del gobernante Frente Sandinista (FSLN, izquierda).
– Dora María Téllez –
Téllez, una historiadora de 65 años, fue una de las comandantes de los frentes guerrilleros que luchó contra la dictadura de Anastasio Somoza en los años 70, así como ministra de Salud durante la revolución sandinista en los años 80.
En 1978 participó, junto al fallecido Edén Pastora, en la toma al Palacio Nacional, una operación contra la dictadura somocista en la que la exguerrilla sandinista logró la liberación de 50 presos políticos.
En 1995, Téllez ayudó a fundar el MRS con sectores críticos al liderazgo de Ortega.
En 2018 denunció fuertemente al gobierno de Ortega -en el poder desde hace 14 años- por reprimir con violencia las protestas que pedían su salida y que dejaron al menos 328 muertos, según grupos humanitarios.
En medio de una grave crisis política, el gobierno atribuyó las manifestaciones a un fallido golpe de Estado de la oposición, fraguado con el apoyo de Estados Unidos, obispos y empresarios.
El arresto de las dirigentes opositoras de Unamos se produjo luego que la policía antimotines allanara sus residencias en Managua.
La Policía informó que las detenidas serán investigadas y remitidas si es necesario ante «las autoridades competentes para su enjuiciamiento y determinación de las responsabilidades penales».
Redada contra opositores
Más de una decena de dirigentes opositores, entre ellos cuatro aspirantes a la presidencia, han sido detenidos por la policía desde el pasado 2 de junio a instancias del gobierno de Ortega.
La primera fue Cristiana Chamorro, hija de la expresidenta Violeta Barrios de Chamorro (1990-1997), acusada de lavado de dinero a través de una fundación que promovía la libertad de prensa y que llevaba el nombre de su madre.
Chamorro, de 67 años y bajo arresto domiciliario, se perfilaba según las encuestas como un fuerte rival para enfrentar al partido de Ortega en las elecciones del 7 de noviembre.
La justicia también arrestó al expresidente del Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep), José Aguerri, al ex vicecanciller José Pallais, y a la dirigente opositora Violeta Granera, a quien la noche del viernes suspendieron el arresto domiciliario y trasladaron a la cárcel.
La noche del sábado también fue detenida en su residencia la opositora Tamara Dávila, del bloque opositor Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB), por presuntos «actos que menoscaban la independencia, la soberanía», señaló la policía.