La calle Rubén Darío recuperó su brillo luego de que el Gobierno Central y municipal retiraron los postes y el cableado aéreo para sustituirlo por el sistema de cableado subterráneo, como parte de uno de los componentes del megaproyecto de revitalización del Centro Histórico.
Ahora es posible apreciar la belleza arquitectónica de las edificaciones que se encuentran entre la avenida Cuscatlán y la 15.ª avenida sur, que es la primera fase del proyecto de cableado subterráneo y que ya ha finalizado.
El edificio más emblemático de esta área es donde funcionó el telégrafo. Es una edificación de tres pisos que fue construida en 1987, —es decir, hace 87 años— con ladrillo, concreto, vidrio y hierro forjado, y que se mantiene en pie a pesar de los diferentes terremotos que el país ha sufrido durante ese tiempo.
Otros edificios que quedaron al descubierto en esta área son el edificio Florida, el Capitolio, otro donde funcionaba el almacén La Nueva Milagrosa, otro donde funcionaba el Instituto Salvadoreño de Turismo, el Centro Textil, entre otros que ahora son más fáciles de apreciar.
El proyecto de cableado subterráneo continuará hasta abarcar todo el corredor urbano microcentro delimitado por la alcaldía de San Salvador, pero también se extendió a los alrededores del parque Cuscatlán, a los contornos de la plaza Salvador del Mundo y a la Zona Rosa.
Según expertos en arquitectura, el proyecto de cableado subterráneo es un sistema que ya se aplica en muchos países del mundo y que da plusvalía a la zona y mayor rentabilidad.