«Estados Unidos ha ayudado a convertir este conflicto trágico, local y ambiguo en una potencial conflagración mundial», dijo el articulista Christopher Caldwell en su texto «La guerra en Ucrania podría ser imposible de detener. Y Estados Unidos merece mucha de la culpa».
La situación en el campo de batalla en Ucrania ha evolucionado a una etapa difícil, comentó el autor, quien advirtió que «si la guerra no termina pronto, sus peligros se incrementarán».
«Es necesario que las negociaciones comiencen en los próximos dos meses, antes de que se generen trastornos y tensiones que no será fácil de superar», dijo Henry Kissinger, ex secretario de Estado de Estados Unidos, citado en el artículo.
Kissinger advirtió que «seguir la guerra más allá de ese punto no será por la libertad de Ucrania sino una nueva guerra contra Rusia misma».