A pesar de que Estados Unidos logró suministrar 300 millones de dosis de la vacuna COVID-19 en 150 días, un estudio publicado recientemente señala que el 47 % de los adultos latinos en el país norteamericano todavía no han iniciado con el proceso de vacunación.
Los números cambian dependiendo de los segmentos poblacionales, lo que hace que en algunos casos los resultados sean aún más sorprendentes. Por ejemplo, entre los jóvenes hispanos de entre 18 y 29 años, la tasa de no vacunados llega hasta el 56 %, mientras que entre los mayores de 65 años está en torno al 20 %.
La encuesta, realizada conjuntamente por la entidad Colaborativa de Investigación Afroamericana (AARC, por sus siglas en inglés), la Asociación Nacional de Funcionarios Latinos Electos y Designados (NALEO, en inglés) y Commonwealth Fund, muestra que entre los latinos no vacunados, un 54 % dice que no sabe si lo hará o que no planea inocularse.
«Estos números sobre los latinos que aún no se han vacunado representan el trabajo que aún nos queda por hacer», dijo Erica Bernal Martínez, directora de operaciones para el Fondo Educativo de NALEO, en declaraciones a la Voz de América.
Según Bernal, los hispanos y los afroamericanos registran una tasa mucho más alta de no vacunados que el resto de los grupos poblacionales en Estados Unidos, por lo que considera que es importante implementar nuevas estrategias para «proveer información» y «animar a aquellos que no lo han hecho a que consideren vacunarse».
La representante explicó que existe una necesidad de proveer información básica para que la gente sepa que las dosis son gratuitas, que no necesitan pagar para obtenerla, y que todas las personas son elegibles para obtener la vacuna sin importar el estatus migratorio.
Por otra parte, reconoció que la población que abiertamente se niega a ponerse la vacuna justifica su decisión por la preocupación por los efectos secundarios. Según ella, esos comentarios avalan su teoría de la falta de información que hay al respecto, por lo que es «indispensable» que se ponga en marcha un plan para dar «más confiabilidad» a la población acerca de la vacuna contra COVID-19.