La Agencia de Seguridad Sanitaria francesa analizó muestras de agua en todo el territorio, incluidos los territorios de ultramar, para buscar rastros de 157 pesticidad y de sus metabolitos, es decir, las moléculas que subsisten de su degradación.
«De los 157 componentes que buscamos, 89 aparecieron al menos una vez en agua no tratada, y 77 en agua tratada», indica la agencia.
Un caso llamó la atención de los expertos: el metabolito del clorotalonil, o R471811.
Esa molécula fue hallada en más del 50% de las muestras, y en más de un tercio superó los límites de calidad (0,1 µg/litro).
El clorotalonil es un producto para luchar contra los hongos prohibido en Francia desde 2020. Las autoridades francesas ya fueron alertadas de su presencia frecuente en el agua potable de Suiza.
«Estos resultados demuestran que en función de sus propiedades, algunos metabolitos pueden permanecer en el medio ambiente años después de la prohibición de la sustancia activa a la que pertenecen», concluye el organismo.
La Comisión Europea revocó la autorización de comercialización del clorotalonil, fabricado por la marca alemana Syngenta, en 2019. Las autoridades francesas dieron un margen para agotar las existencias del producto hasta mayo de 2020.
Las autoridades europeas reconocieron que era «imposible saber si la presencia de metabolitos de clorotalonil en las aguas subterráneas tenía efectos nocivos en la salud humana».
La Autoridad Europea de Seguridad de los Alimentos (EFSA) estimó por su parte que el clorotalonil «debería ser clasificado como cancerígeno de categoría 1B», es decir que es un «supuesto» agente que provoca la enfermedad.