El presidente de la república, Nayib Bukele, le recordó a la comunidad internacional que El Salvador es un país «libre, soberano e independiente» y que está construyendo su «propio destino», sin el intervencionismo y la injerencia extranjera.
Dichas declaraciones las dio anoche en la Asamblea Legislativa, en el acto en el que rindió el informe del trabajo ejecutado en sus tres años de Gobierno luego de derrotar democráticamente al FMLN en las elecciones presidenciales de 2019.
«Queremos tener buenas relaciones con otros países, queremos ser aliados, amigos, socios, pero no colonia ni patio trasero ni delantero. Nuestras puertas están abiertas de par en par, solo no permitiremos que nos vengan a decir qué hacer», expresó el mandatario.
Sus palabras fueron fuertemente aplaudidas por los diputados del grupo parlamentario de Nuevas Ideas, de GANA, PCN y PDC, y por el público del Salón Azul. El mandatario planteó que los enemigos internos y externos no podrán socavar las transformaciones que está logrando el Gobierno Central, luego de que hace tres años fueron derrotados democráticamente los poderes fácticos que controlaban el país.
Bukele calificó de positiva la destitución de la anterior Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia (CSJ). Los magistrados de esta fueron destituidos el 1.º de mayo de 2021 por la nueva Asamblea Legislativa —con mayoría de Nuevas Ideas— en la primera sesión plenaria.
A pesar de que la Constitución de la República avala que los diputados quiten de sus cargos a funcionarios de segundo grado, la embajada de Estados Unidos en El Salvador pidió restituir a los magistrados constitucionales y al fiscal general de la república. Ellos habían sido electos por la anterior legislatura, dominada por ARENA y el FMLN.
«¿Qué habría pasado si hubiéramos dejado al anterior fiscal como quería la comunidad internacional? Definitivamente no habríamos logrado lo que hasta ahora se ha hecho», reflexionó Bukele.
El mandatario también reafirmó que la comunidad internacional debe tener claro que El Salvador no es una «colonia», y lamentó que no reconozca los avances en materia de seguridad que han sido logrados por medio del Plan Control Territorial (PCT) y del régimen de excepción.
Desde el 27 de marzo pasado, cuando inició el estado de excepción, las autoridades han capturado a más de 36,000 pandilleros. «Nuestras puertas están abiertas de par en par, pero no permitiremos que nos vengan a decir qué hacer. Digan lo que digan, hagan lo que hagan, ataquen lo que ataquen, les digo: no nos van a detener», dijo.
Asimismo, criticó a los partidos de la oposición política ARENA y FMLN, porque, al igual que la comunidad internacional, tampoco reconocen los esfuerzos del Ejecutivo en materia de seguridad.
En su acto de rendición de cuentas a la población salvadoreña, el presidente salvadoreño invitó a la comunidad internacional a trabajar de la mano, pero a no estorbar en el avance del país.