El Salvador tuvo una tarde redonda en aguas saladas. Su barca, que ya se acostumbró al ambiente insular, funcionó a plenitud y sin hacer un mayor esfuerzo, le aplicó una dosis de 4-0 a San Cristóbal y Nieves.
Así, los almirantes cuscatlecos tienen más de medio boleto a la octogonal final de Concacaf en donde debía estar sin haber jugado estas por primeras dos rondas de preámbulo.
El próximo martes, en el Cuscatlán, el equipo nacional, dirigido por Hugo Pérez, solo deberá cumplir con el trámite del choque de vuelta ante San Cristóbal para que ante su público pueda congraciarse, para ir en firme al octogonal de Concacaf donde lo esperan ya Estados Unidos, México, Costa Rica, Honduras y Jamaica.
Sin inventos y hermetismo en su estilo, el equipo salvadoreño volvió a ser su superior a un rival en este inicio de eliminatoria. Enloqueció con toque preciso a ras de grama al adversario, que es lo que mejor sabe hacer, y elevó voz para cantar victoria.
Pero antes de cualquier análisis, en esta nueva victoria en el Caribe, David Antonio Rugamas, de Águila, ratificó que está en amoríos con el gol y no son pasajeros. A los tres minutos del juego, apareció en el área para interceptar un servicio de Ronald Rodríguez. Llegó de cabeza para poner el 0-1 y darle toda la tranquilidad al equipo de Hugo Pérez.
Solo seis minutos más tarde, Marvin Monterroza se halló un balón en la entrada del área y probó con un potente remate, que atajó Juliani Archibald.
El Salvador no iba a ceder ni un milímetro en el asedio al arco de Archibald. Así, a los 20 minutos, Joaquín Rivas afinó la zurda y mandó centro para el golpe de pelota de primera intención de parte de Joshua Pérez, quien ya encajó en selección mayor. Fue el 0-2.
El tercero llegó al 26′. Estaba vez fue en un balón que buscó a Rugamas en el área y definió con precisión con pierna derecha. Rugamas reiteró su romance con el gol en la selección.
Tras el tercero, El Salvador fue el que marcó el trámite del juego. Tuvo algunas aproximaciones sobre el arco de Archibald, pero no contó con la efectividad requerida.
Para el complemento, la historia no cambió en nada. El Salvador volvió a agrietar la zaga de los rivales. Darwin Cerén y Marvin Monterroza alistaron el bisturí para los movimientos precisos pata buscar a los de ataque, pero no había una clara frente a Archibald.
Al 56′, la Azul volvió a darle trabajo a Archibald. Joshua Pérez se halló con balón en el área y la quiso hacer individual, pero el portero contuvo, le quedó a Rugamas, quien probó de cabeza, pero no pudo.
Pero a los 63, Cerén iba a ser preciso en el cobro de un tiro libre. La puso en el rincón derecho, lejos de los dedos de Archibald, quien se estiró. Era el 4-0 para poner la tapa al pomo y venirse del Caribe con ruta abierta al octogonal.
Sobre lo último llegaron a la cancha Nelson Bonilla, Wálmer Martínez, y Juan Carlos Portillo. Dieron su aporte en ofensiva, pero no fue suficiente para modificar la pizarra.