Kevin Alfaro agradece al dueño del circo King Brown todo lo que aprendió de él, sobre todo porque fue en ese tiempo que el personaje de Chirajito Junior cobró fuerza y se perfiló como solista.
¿Qué pasó después de tus 13 años ya siendo Chirajito Junior?
Me salí de la escuela porque yo decía que me gustaba lo artístico. Me fui para un circo. Yo le dije a mi mamá “Quiero irme a para un circo, quiero irme para un circo”.
¿Y a cuál fuiste?
Me fui primero a un circo que vino a El Salvador que se llamaba El gigante de América. Fue el primer circo que visité.
¿De dónde es?
De Honduras. Mi mamá era bien amiga del dueño y, pues, le dijo “Mirá, cuidame al cipote y enséñenmele, que él quiere aprender.
¿Y qué aprendiste?
Fui a aprender más rutinas cómicas de circo, a cómo expresarme con la gente. Regresé a la casa un cierto tiempo y me volví a ir al circo porque ya me hacía falta, y ya empecé las giras en los circos salvadoreños.
¿Cuántos años tenías al volver a El Salvador?
15 años.
¿Y en cuáles circos trabajaste aquí?
Aquí en El Salvador en dos empresas, el circo Emperador, de Carlos Saldaña, y con el que más tiempo anduve, que yo le digo mi casa, es el Circo King Brown. Era uno de los mejores circos en aquel tiempo.
¿Y de quién era?
Era de José Osorto.
¿Ya no existen estos circos?
Ya no. El señor del primer circo que le mencioné, pues, decidió guardar el circo y dedicarse a otro negocio. Igual el otro señor, vendió el circo y se llevó a toda su familia para Estados Unidos.
¿Y cuándo sale Chirajito Junior solo él con su espectáculo?
En el circo King Brown es donde empecé a hacer más rutinas cómicas, a tiras más chistes, a presentarme con monólogos. Yo anduve alrededor de cinco años en ese circo. Ahí aprendí todo, él me enseñó todo lo que sé.
¿Qué?
Armar un circo, desarmar un circo, a manejar tráiler, a cosas de electricidad. Todo.
¿O sea el montaje y desmontaje de los graderíos? ¿A tensar los lazos de la carpa?
Todo, todo. A meter las estacas en el suelo, todo eso lo aprendí. Él me enseñó.
¿Con cuántos compañeros trabajabas en el King Brown?
Unas 15 personas.
¿Y qué espectáculos había?
Había de todo, más que todo era infantil. Había acrobacias como el globo de la muerte, que es una esfera metálica donde se mete un motociclista a dar vueltas; el péndulo que gira y va adentro corriendo.
Son dos bolas a cada extremo de una columna, ¿verdad?
Sí. Trapecistas, alambristas, payasos, eh, y muchas cosas.
¿Y ahí estabas ya como solista?
Ahí estaba ya. Hacía mis monólogos y todo.
¿Cuál de tus monólogos es el que más te gusta presentar?
La mayor parte de los monólogos son de la vida cotidiana, de lo que pasa en el país, de muchas cosas.
¿Y cuánto dura el espectáculo?
45 minutos o una hora, depende de lo que pidan los clientes. Al salirme del circo King Brown comencé una vida de dedicarme más a shows de tarimas, espectáculos, jaripeos, fiestas infantiles. Y el año pasado, una productora de espectáculos nacionales e internacionales, Gómez Productions, se fijó en nosotros y nos llevó a Milán, Italia. Trabajo con don Fredy Gómez.
El año pasado varios personajes salvadoreños celebraron el mes cívico allá.
Sí, allá andaba. Andaba con Julissa, La Loba, Tenchis Céliber, Carlos Ayala, Ismael Rodríguez. Gracias a Dios, pues, el público nos aceptó bien.
¿El contrato con Gómez Productions es permanente?
Sí, ellos me hablan y dicen si en El Salvador hay presentación o fuera del país.
¿Con otros artistas o solo?
Yo siempre ocupo un maestro de ceremonias en el show. Yo voy de payaso y él va de serio, pero al final los dos terminamos haciendo comedia. El año pasado solo fui yo a hacer comedia a Italia y, pues, gracias a Dios al público le gustó.
¿Cómo se llama tu rutina? El Show de Chirajito Junior.